Sonrisas Dulces, la campaña solidaria de Miguelañez, empresa española líder en el sector de los dulces y la confitería, finalizó su novena edición el pasado 6 de enero con un gran éxito. La Fundación Nipace, dedicada a la atención de niños con parálisis cerebral y trastornos neuromotores, ha sido la protagonista en esta ocasión.
La recaudación de fondos se ha hecho a través de los clicks realizados en el video viral alojado en www.sonrisasdulces.com. La cifra alcanzada ha sido de 916.322 y tanto Nipace como Miguelañez han mostrado su satisfacción con los resultados de la acción solidaria.
Este vídeo, que ha gustado mucho al público, destaca el trabajo tan duro que realizan cada día los niños en el centro de Nipace, siempre sin perder la sonrisa. Además incluye una pequeña coreografía que hacen los niños con sus terapeutas, demostrando que la parálisis se combate con movimiento, animando a todo el mundo a hacerla para apoyarles.
Actualmente Nipace es reconocida nacional e internacionalmente como una organización pionera con uno de los principales centros de rehabilitación neurológica en España y Europa.
Por otro lado, aún se seguirán recaudando fondos a través de la venta del producto solidario “Abecedario”, una divertida bolsa con deliciosas letras de goma batida en su interior. Por la venta de cada unidad, Nipace recibirá 10 céntimos de la empresa de dulces.
La acción solidaria de Miguelañez, Sonrisas Dulces, ha sido protagonizada por diferentes organizaciones como la Fundación Theodora, la Fundación Carmen Pardo-Valcarcel, la Asociación Pablo Ugarte, la Fundación Síndrome de West, la Fundación Aladina, Fundación Menudos Corazones, Fundación Bertín Osborne y Fundación Unoentrecienmil.
A mi amigo Kike Morales Fernández-Miranda, que vive la vida con arrojo y con pasión.
Dios castiga sin palo ni piedra… Y escribe textos perfectamente equilibrados usando párrafos torcidos. Que lo que sucede, conviene. Que un gran traspié puede ser el impulso de un gran salto. Que la vida no se mide por las veces que respiras, sino por los momentos que te quedan sin aliento.
La sierra juzga y sentencia según seamos en nuestro caminar diario. Porque la sierra es prima hermana de la vida y tiene sobre ella la autoridad de hermana mayor, de madre o de abuela. Y es en ella donde se fraguan las peores condenas o los galardones más sinceros. Aunque algunos luzcan grandes trofeos inmerecidos debemos saber que, como en el mundo de los hombres, en la naturaleza también hay corrupción y dobleces. Sólo en los montes que saben a verdad y que se tratan con verdad, se cumplen sentencias verdaderas.
Lo he visto esta berrea. Le hemos llamado Corazón. Tiene unos candiles larguísimos, cerrado en palmas, ancho de envergadura. Es un venado cuajado, mezcla de los antiguos ciervos del Cíjara y los bravíos de las Villuercas. Casta inmejorable, buenas bases y unos lomos que arrastran cinco varas de chorizos. Corazón es un gran venado, de esos de finca abierta que valen cien veces su valor, por lo complicado de alcanzar esa edad en ese terreno. Esos años con ese entorno de furtivos y alimañeros. Esa belleza en un lugar que derrocha belleza por todos sus vientos. Le he cogido cariño.
Estaba haciendo la rueda a sus hembras el día que olvidó sus instintos y soledades, su prudencia y sus candiles. El amor te hace perder la cabeza, la noción del peligro, la cordura y la prudencia. El amor -para ciervo o humano- nos hace saltar más lejos, correr más rápido, dormir menos y soñar más. Somos capaces de morir por amor pero no de vivir sin él.
Corazón tiene hoy el día clave para que algún desalmado lo escabeche. Está tendido en la dehesa, bramando a boca llena, agotado y aspeado. Expuesto a que una bala traicionera le ponga las patas al cielo y la barriga a los cuatro vientos. El viejo guarda no se separa de él, sabiendo que en un par de días habrá terminado la jarana, pues la berrea va decayendo. Pero una tormenta otoñal y una punta de primalas le han avivado los instintos al precioso venado.
Nunca más se supo de él. Desapareció. Sus siete berreas le habían enseñado a ser cauto… pero también teníamos el miedo de que fuera cierto eso que se cocía en los mentideros de todas las villas: Pasos largos, el furtivo del Cíjara, se había hecho con una cabeza muy grande, sin revelar lugar ni detalles, pero asomaban rumores que Corazón podría estar colgado de una alcayata en lugar de bajo una madroña rumiando su amanecer. Qué mal cuerpo se te queda. Y más si le sumas que no me lo crucé en ningún camino, ni en un atardecer luminoso de esos que brilla herido de muerte. El guarda anda mosqueado, los rumores alimentan su angustia. Y dentro de unos días damos la montería y ese venado puede ampliar el éxito de una jornada, o al menos saber que está vivo para seguir admirando su gallardía.
Voy a lomos de Talibán camino de la suelta. Las recovas se comen el monte. Damos larga, perros al monte, a barrer a escoba la solana y la umbría. Reses a patadas. Corre una pelota de ciervas con un macho, galopo a cortarlas pues están a punto de alcanzar el perdedero. Cambio su carrera, me esquivan, se cuelan… Ir a caballo sólo amplifica mis disgustos y mengua mi cansancio. Qué mal se pasa…
Estamos llegando el choque de las recovas. Y cuando chocan aquí estamos casi terminando. Salta un venado pequeño de unas cornicabras, se lleva los perros, queda todo medio en silencio… Calma en la sierra. De pronto, observo cómo Talibán envela seriamente hacia un lentisco y lo veo: camuflado como un mirlo, inmóvil, un gran venado estaba mirándome fijamente, cuernas gruesas y oscuras, centrales y palmas generosas, cerrado en coronas, abierto en los centros… era Corazón. Metí espuelas al caballo entrando como un elefante por una cacharrería, cantando su presencia a lo que los perros acuden a mi empuje. El venado brinca huyendo sierra abajo, los perros se animan, un puesto lo falla, sigue la ladra como un escándalo que va pegado a él… Se tapa, sigue corriendo, le veo, desaparece… Va camino del perdedero que, si alcanza, salvará su vida… Galopo al compás de dos recovas que me acompañan… oigo el disparo. Se corta el aliento, ahora mismo la moneda está en el aire y todo lo bueno y todo lo malo puede ocurrir…
No pudo existir mejor final para mejor momento… Padre e hijo, separados por trabajo y estudios, unidos por su afición al campo. Progenitor pletórico, primogénito colmado de alegría. El mejor venado de la sierra yacía admirando su entorno por última vez…
La vida te premia o castiga según sean tus actos. Pero la vida no actúa con inmediatez o parsimonia, ejecuta sus veredictos según le dicta la sierra, su hermana campera y solemne.
Algo tendrá el agua cuando le bendicen… Y algo bueno habrás hecho para merecer el regalo de esas umbrías salvajes que a todos acogen pero a pocos abrazan… Enhorabuena, de “Corazón”.
Un sector de los animalistas se está pasando al mundo de la delincuencia, saboteando puestos de palomas y chabolas de cazadores.
Mientras en España los gobiernos todavía no le están dando la necesaria importancia a los delitos medioambientales ocasionados por activistas radicales, en otros países, principalmente Reino Unido, Suecia, Italia y EE UU donde está considerado como una de las 10 principales amenazas terroristas, llevan 20 años tomando muy en serio la lucha contra las acciones criminales que los más fanáticos de estos grupos cometen.
Los objetivos de esta minoría son acabar con el sometimiento de los animales al hombre defendiendo la igualdad de derechos entre los animales y las personas, pretendiendo, sin tener en cuenta los perjuicios que ello ocasionaría, la prohibición de la caza y la pesca, la tauromaquia, la ganadería y todo tipo de actividades donde se utilicen animales, yendo, en definitiva, en contra del mundo rural y las personas que habitan en el agro.
Pero, para ello, no se limitan a defender sus ideas de acuerdo con la legalidad como hace el resto de la ciudadanía, respetando los derechos de los que no opinan como ellos, sino que sus activistas más radicales han traspasado una peligrosa línea al realizar todo tipo de actividades delictuales con daños a bienes y a personas que están sancionadas en el Código Penal, incluso penadas con cárcel, así como responsabilidades civiles por los daños y perjuicios que puedan ocasionar sus autores.
Aumento de este tipo de delincuencia en Navarra
En Navarra donde la práctica totalidad de sus zonas rurales está formada por cotos de caza, este tipo de acciones delictuales está creciendo a través de sabotajes a instalaciones del mundo de la tauromaquia, suelta de animales de granjas, la rotura y quema de palomeras y de casetas de cazadores, etc., así como amenazas e insultos de todo tipo, incluso de desear la muerte a sus practicantes. Recientemente, han sido saboteadas palomeras en Andosilla, en Añorbe, en el Perdón, o el Quinto Real, y a pesar de que la práctica totalidad de las mismas se ha denunciado, por ahora las sociedades de cazadores todavía no tienen noticias de castigo a los culpables, por lo que sus autores tendrán que pechar con los daños que están ocasionando a una actividad legal y consuetudinaria desde hace siglos en Navarra, tal como ya está sucediendo en otros países en los que ya habido condenas por este tipo de hechos que no tienen justificación alguna.
Este tipo de actuaciones perjudica a los cazadores y ayuntamientos
La mayor parte de las acciones de este tipo que hace meses se han llevado en Navarra, principalmente derribo y quema de palomeras se han producido al finalizar la temporada palomera del año 2018 han sido reivindicadas a través de Pintadas y comentarios en la red por el autodenominado Frente de Liberación Animal, hechos que ya han sido denunciados ante la Guardia Civil, Policía Foral y Nacional por las sociedades de cazadores y ayuntamientos afectados, y que está siendo seriamente investigadas por ello, por lo que desde la Asociación de Cazadores Navarros, ADECANA, esperan que den sus frutos y encuentren a sus causantes para ser llevados ante los Tribunales para que respondan por ello, informando a los cazadores que no solo denuncien cuantos hechos se produzcan sin ocasionar el más mínimo altercado con sus causantes, sino que denuncien cuantas informaciones y comentarios que salgan en chats y redes sociales que puedan ser objeto de comportamientos delictuales.
Indicar que los afectados no son sólo las sociedades de cazadores titulares de los aprovechamientos cinegéticos, sino que muchos de estos puestos son de titularidad municipal, ya que son anualmente subastados al mejor postor, obteniendo por ello importantes ingresos económicos necesarios para el sostenimiento económico de estas entidades locales y el pago de los servicios sociales a los habitantes que viven en estos pueblos, ocasionando con ello un evidente perjuicios económico a los ciudadanos de estas zonas rurales.
Uno de los ejemplos más graves es el que ocurrió el pasado mes de octubre en Andosilla, donde un fanático animalista de 28 años, el que a pesar de que en la zona estaban cazadores en los puestos cazando palomas, ocasionando un grave perjuicio medioambiental, que no fue a más gracias a los bomberos y los cazadores que les ayudaron a sofocar el incendio, quemándose una hectárea de pinar. Además de los daños causados a parte de las instalaciones, siendo detenido gracias a la colaboración de los cazadores por la Guardia Civil como presunto autor de un incendio con la intención supuestamente de sabotear puestos de caza.
Palomera de Andosilla, donde un animalista incendió un pinar. Foto: Manu Cabañas.
Tal como contaron los cazadores a fuentes de palomeando.tk estos manifestaron: “Estábamos en los puestos y de repente ha empezado a salir humo. Cuando un compañero ha bajado, alguien había prendido el pinar”. Sus compañeros cazadores vieron salir huyendo un coche azul a toda velocidad por un camino cercano. “Les ha dado tiempo a apuntar la matrícula, información crucial para que la Guardia Civil lo haya detenido en pocas horas”. Uno de los cazadores manifestó que hubiera llegado a soplar el fuerte viento norte del martes y miércoles, “nos quedamos sin puestos y sin la zona de pinares”.
Desde ADECANA su vicepresidente, José Mari Agramonte, afirma al respecto: “Los animalistas cada vez están más alejados de la realidad, ya que sus reivindicaciones parten de unas premisas totalmente equivocadas”, añadiendo que los animalistas “no tienen en cuenta que el sector cinegético somos una pieza fundamental del equilibrio y la regulación ecológica, ya que los cazadores somos unos de los que más cuidamos el campo regulando con el asesoramiento de los técnicos los animales que lo habitan”.
Este reconocido cazador y gestor de un parque natural recuerda que uno de los mejores ejemplos de la labor que hacemos los cazadores es con la caza del jabalí evitando muchos daños en las carreteras y en la agricultura y la proliferación de enfermedades: “Veo totalmente contraproducente que se metan con la caza que bien gestionada ocasiona beneficios, pero que nada protesten por los daños que la transformación agraria está produciendo en el ecosistema navarro”.
Continuando con el examen del Plan de Gestión del Conejo de Monte, en este apartado trataremos sobre las causas de la disminución de la población.
Causas de la disminución de la población
Es evidente que el Plan, para ser creíble incluso tras una sola y somera lectura superficial, debía contener alguna referencia a los predadores en su análisis poblacional, lo cual venía exigido para haber obtenido su aprobación por el colectivo de gestores de coto. Pero ¿es esa mención objetiva, correcta y suficiente? En absoluto. Los predadores se citan en varios puntos del Plan de forma discontinua e inconexa. El primer punto en el que esa cita se hace dentro de un argumentario con contenido es en el 1.9, en el que se exponen las conclusiones (es decir, que aparecen en ellas sin haber sido objeto de examen previo), y lo hace de la siguiente forma:
5) La abundancia de predadores generalistas, provocaría que en determinadas zonas mantienen al conejo en bajos niveles poblacionales evitando su recuperación; es el denominado “pozo del depredador”.
“El primer punto del Plan en el que esa cita a los predadores dentro de un argumentario con contenido es en el 1.9, hasta llegar a ese punto 1.9, el Plan contiene muchas referencias a la caza”.
Sin embargo, es de destacar que, mientras el Plan hasta llegar a ese punto 1.9 contiene muchas referencias a la caza (se llega incluso a hablar del estrato socioeconómico del cazador de conejo, lo que influiría poco en la población) esta simple afirmación es la mayor profundidad de análisis que podremos encontrar hasta llegar a esas conclusiones del punto 1.9.
Más adelante, en la Parte III, “recomendaciones y orientaciones para el fomento de las poblaciones de conejo a nivel local, cotos de caza” se dice lo siguiente:
“La abundancia de las poblaciones de conejo viene determinada por el equilibrio que existe entre la productividad de la especie y la mortalidad. La productividad, además de por características intrínsecas de la especie, está determinada por el hábitat. La mortalidad por su parte está determinada por múltiples factores: enfermedades, caza, depredación y el hábitat, que influye sobre los anteriores.
Las enfermedades es uno de los factores que determinan la mortalidad del conejo de monte.
Para que este equilibrio se altere y una población de conejos disminuya en densidad o incluso desaparezca, es suficiente que aumente uno solo de los factores que incrementan la mortalidad o disminuyen la productividad”.
Pese a la pretendida objetividad, obsérvese que se cita a la caza como la segunda causa que determina la mortalidad, por detrás de las enfermedades (en principio y en ese momento indiscutible primera causa) y por delante de la depredación, ¿es esto una casualidad? Es cierto que no se numeran por importancia, pero es curioso que la primera en orden sea la principal, la segunda sea objeto de un amplísimo tratamiento en el Plan y que la tercera, en ese punto del Plan, apenas haya sido objeto de tratamiento. Es cierto que es precisamente a continuación cuando el Plan se extiende en medidas de protección de la depredación (punto 3.1.3.), pero es sorprendente que el propio Plan reconozca la exigencia de estas medidas sin ir antecedidas de un solo párrafo dirigido a determinar la intensidad de esa afección a la población de conejos o tan siquiera la cuantificación de la afección de cada una de las especies depredadoras. Esto es así porque tal estudio no existe: se ha hecho un Plan de Gestión del Conejo de Monte sin que se haya hecho un solo esfuerzo para determinar y cuantificar lo que a muchos nos parece obvio; que la predación es causa fundamental y principal en la disminución del conejo.
¿Qué consecuencias tiene esto? La absoluta indefensión del gestor de caza, que no podrá objetar ante la Administración una afección innegable pero no cuantificada para exigir las propias medidas que el Plan propone, aunque las que propone son tan etéreas que se hacen ineficaces, como lo prueba la misma realidad. Analicémoslas y veamos por qué decimos que su ineficacia está demostrada.
Se señalan las siguientes medidas:
El Plan de Gestión del Conejo de Monte dice que “en el caso del zorro, el periodo más adecuado para practicar este control es de forma previa y durante su periodo reproductor, ya que la eliminación de reproductores en esta época disminuye la producción de jóvenes”.
a) Control directo de predadores.
Aplicable exclusivamente a especies cinegéticas como el jabalí o el zorro y especies domésticas asilvestradas como perros asilvestrados y gatos cimarrones, que son por su cuantía los que ejercen un mayor impacto sobre los conejos. Los métodos utilizables son los autorizados por la legislación vigente, teniendo en cuenta que en algunas situaciones se deberá tener en cuenta la excepcionalidad recogida en la legislación cinegética para el control de estas especies.
En el caso del jabalí es recomendable el control de sus poblaciones mediante batidas en el periodo hábil para su caza y/o aguardos nocturnos.
En el caso del zorro, el periodo más adecuado para practicar este control es de forma previa y durante su periodo reproductor, ya que la eliminación de reproductores en esta época disminuye la producción de jóvenes. La desventaja de este método es que sus efectos perduran mientras se mantiene este control sobre las poblaciones de depredadores, siendo necesario mantener un esfuerzo constante y en amplias zonas durante años.
Antes de iniciar un control de predadores, hay que tener presente la existencia de especies amenazadas y en particular la de grandes superpredadores, que colaboran en el control de la depredación mediante el control de mesopredadores, como el zorro, gato montés, jineta, etc.
El hábitat es un factor determinante tanto para la productividad como para la mortalidad del conejo.
b) Control indirecto de predadores mediante manejo del hábitat.
La estructura y fisonomía del hábitat es uno de los principales factores que condicionan el impacto de depredación; en hábitats favorables los conejos tienen más posibilidades de evitar a los depredadores.
Medidas eficaces para disminuir la depredación son:
–Incrementar la cobertura vegetal natural.
–Fomentar las lindes y setos no lineales.
–Construir refugios y madrigueras artificiales.
–Disminuir la distancia entre las zonas de refugio y alimentación de los conejos.
–Procurar que las áreas de refugio o de vegetación natural no sean excesivamente pequeñas o que sus bordes sean irregulares.
–El cierre de vertederos de residuos sólidos urbanos, especialmente los no cercados.
–La recogida de animales muertos, evitando el mantenimiento de elevados niveles de densidad de carnívoros generalistas (zorros, perros asilvestrados y gatos cimarrones). El ganado muerto abandonado en el campo puede multiplicar varias veces la población de cánidos.
Las ventajas del control indirecto respecto al directo de los depredadores, es que estas medidas son perdurables y eficaces a largo plazo, y que con el mismo esfuerzo, además de reducir el impacto de depredación se potencia la idoneidad del hábitat para la reproducción del conejo
Sobre este texto transcrito debemos hacer las siguientes observaciones:
1.- La afirmación de que la mayor predación sobre el conejo corresponde a zorros, gatos cimarrones y perros asilvestrados no está sustentada en base alguna; sólo en que se afirma que su número es mayor que el de otros predadores. No obstante, y pese a que el zorro es incontestablemente la especie con mayor número de especímenes, la afirmación de un mayor número de gatos cimarrones y perros asilvestrados frente a otros es absolutamente gratuita. Piénsese que, de esta forma, se está derivando siempre la responsabilidad en el hombre, porque esos perros y esos gatos tendrían un origen doméstico; siempre el hombre.
Pero no puedo compartir esa idea. Los perros asilvestrados son perfectamente detectables, tanto por su gregarismo, sus hábitos diurnos, como por su tamaño. Los gatos cimarrones son más difíciles de ver, pero por su color destacan sobre otros felinos silvestres.
“El jabalí sólo es especie predadora del conejo de forma muy limitada y concretada a gazapos”.
El jabalí sólo es especie predadora del conejo de forma muy limitada y concretada a gazapos muy pequeños que todavía no abandonan los vivares, porque ningún jabalí es capaz de capturar a la carrera a un conejo que corra, por pequeño que sea.
Por ello se insiste en una intención de querer desviar la atención de la principal causa de predación del conejo, que no el hombre ni las consecuencias de su gestión en el medio ambiente.
2.- Se aconsejan los métodos indirectos sobre el hábitat frente a los directos sobre las especies predadoras, por ser más efectivos y duraderos. Ahora bien, tendrá que reconocerse que todas esas medidas ambientales ya existen en las zonas que el propio Plan señala como principal hábitat del conejo, ya que se refieren al mantenimiento de zonas de cobertura vegetal. El Plan, en su punto 1.8 señala como zonas de más abundancia precisamente la zonas donde estas medidas son innecesarias, porque ya existen. Igualmente, en el punto 2.3 dice: “Existe una clara relación entre la zonificación establecida en los planes de recuperación del águila imperial y lince ibérico y las zonas de presencia del conejo a nivel nacional. Esta correlación es más evidente entre las zonas de dispersión del águila imperial y la abundancia de las poblaciones de la especie.” Le falta decir “hay conejos donde dice este Decreto y por decreto”, porque cualquier conocedor de esta geografía se echará las manos a la cabeza, dada la casi desaparición del conejo precisamente en las zonas señaladas, que no están precisamente huérfanas de esas zonas de cobertura vegetal que el Plan considera como la panacea frente al exceso de predación. No obstante ahondar más adelante sobre este tema, no podemos desaprovechar la ocasión para señalar otra incongruencia entre las afirmaciones del Plan y la empecinada realidad.
En el punto 2.3 el Plan dice: “Existe una clara relación entre la zonificación establecida en los planes de recuperación del águila imperial y lince ibérico y las zonas de presencia del conejo a nivel nacional”.
3.- En el mismo punto 3.2 del Plan, titulado “control de predación”, se señala que “la presencia de superpredadores de la comunidad de carnívoros en un determinado territorio presenta un efecto positivo sobre la población de conejos. Al necesitar unos niveles poblacionales de conejos más elevados que las poblaciones generalistas, eliminan la competencia de estos depredadores. Dicho de otro modo, al matar el superpredador a los depredadores generalistas, la depredación sobre el conejo disminuye permitiendo niveles poblaciones superiores de esta especie. Así, en áreas de presencia de lince, la densidad de las especies de carnívoros más pequeños (mesopredadores) y de los predadores generalistas disminuye hasta niveles muy bajos, dándose el caso de que en algunos lugares la presencia de estos parece ser meramente ocasional.”
No puedo dejar de preguntar a los autores de este Plan a qué zonas con presencia de lince se refiere, porque en el año 2009 (fecha de aprobación del Plan. Necesariamente el informe es anterior) no había una sola zona lincera en los Montes de Toledo, siendo su presencia “meramente ocasional” en Castilla-La Mancha y sólo en alguna zona de Sierra Morena.
No obstante, tampoco puedo dejar de lado que las afirmaciones sobre la acción benefactora de los superpredadores, como sistema casi mágico de control de mesopredadores chocan con la revisión de tales afirmaciones siete años después y la molesta realidad. Así, es sorprendente ver que, precisamente en las zonas que en el 2009 se señalan como de gran población de conejos (que son las que se corresponden con los superpredadores objeto de protección en sus correspondientes planes) hoy el que es prácticamente “meramente ocasional” es el conejo.
El Gobierno central ha comunicado este jueves al Ejecutivo regional su recurso de inconstitucionalidad a la modificación de la Ley de Caza de Castilla-La Mancha, según ha adelantado el presidente autonómico, Emiliano García-Page, que ha incidido en que esa decisión no se refiere ni a la filosofía del texto ni al fondo del mismo.
En una comparecencia ante más de 50 medios de comunicación de la región, García-Page ha señalado que, a tenor del recurso, habrá “quien vea demagogia” en esa decisión del Gobierno de la nación, pero ha recalcado que el recurso “tiene que ver con un aspecto técnico” relacionado con las infraestructuras del Estado “muy concreto” y que “puede llevar a confusión”.
De hecho, ha manifestado que la castellano-manchega es de las leyes de caza “más avanzadas de España”, y ha avanzado que su Ejecutivo va a poner en marcha, a través de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, una “macrocampaña” de información sobre el sector cinegético, “que es clave para Castilla-La Mancha”. “No vamos a permitir que haya una contracultura que intente prohibir” aquello que ya está amparado legalmente, ha destacado.
El recurso de inconstitucionalidad se refiere al artículo 8, que se refiere a la responsabilidad por daños causados por especies cinegéticas. En concreto, reza que “la responsabilidad de la indemnización por los daños agrícolas, forestales o ganaderos producidos por especies cinegéticas provenientes de zonas de seguridad motivadas por la existencia de autopistas, autovías, líneas férreas o infraestructuras hidráulicas, será del titular de la infraestructura. Dicho titular será, además, el responsable de controlar en la zona de seguridad las especies cinegéticas que provoquen este tipo de daños”.
Todos los cazadores, prácticos o teóricos, han oído hablar de los famosos leones devoradores de seres humanos, que alcanzaron la historia o la leyenda por sus lamentables hazañas.
Los primeros fueron dos leones que sembraron el terror entre los constructores del llamado Ferrocarril de Uganda, cuando estaban construyendo el puente sobre el río Tsavo, en 1898, en la antigua África Oriental Británica, redenominada Kenya desde 1920, hasta el punto de que se paralizaron las obras durante bastantes semanas, hasta que el ingeniero militar encargado de los trabajos, John Henry Patterson, pudo eliminar a estos dos animales después de infructuosas intentonas, cazando el primero el 9 de diciembre de 1898 y el segundo el 29 de diciembre, o sea, en un espacio de tres semanas.
Sobre estos leones existe una numerosa literatura, e incluso una película, Los demonios de la noche, si bien ésta se ha hecho ‘a la americana’, para los espectadores ignorantes y de buena fe, con una serie de truculencias y situaciones que nunca existieron, comportándose los leones con más inteligencia que si fueran ingenieros aeronáuticos…
Los recuerdos borrados
El segundo grupo de leones antropófagos, que devoraron unas 1.500 personas en el distrito de Njombe, en la parte meridional de la vieja Tanganika, actual Tanzania, entre 1932 y 1947, fueron finalmente abatidos por mi viejo amigo George Rushby y su equipo de Game scouts, utilizando, Rushby, un express del 9,3×74 y sus ayudantes rifles del .404 Jefery, terminando con aquel largo reino del terror entre la población local.
Un grupo de leones devoraron unas 1.500 personas en el distrito de Njomb.
Existen multitud de historias sobre leones asesinos, algunas totalmente deformadas por la poca fiabilidad y fantasía de quienes las relataron, frente a otras que, lamentablemente, fueron tremendamente dramáticas, como el caso del superintendente del Ferrocarril de Uganda, llamado Ryall, demostrando que los leones, en determinadas circunstancias, pierden el miedo a los seres humanos, metiéndose en lugares cerrados donde éstos se encuentran.
«Antes de la llegada de Ryall a la estación de Kima, un león, tras dar varias vueltas a la casa del jefe de la estación, se subió al techo intentando arrancar las planchas metálicas».
Quizá el caso más horrible fue el del mencionado Mr. Ryall, que tuvo un final espantoso. Su muerte tuvo lugar en 1900, pero estas cosas no tienen fecha de caducidad, puesto que aún se siguen repitiendo a lo largo y lo ancho de África, a pesar de que ya estamos en el siglo XXI.
Hace mucho tiempo, cuando la caza aún estaba autorizada en Kenya, hasta 1978, año que se cerró totalmente esta actividad allí, durante mi vida de white hunter en este país tuve la oportunidad de visitar los diversos lugares a lo largo del tendido del ferrocarril que une Mombasa, en la costa del océano Índico, con la población de Kampala en la distante Uganda, vía Nairobi, donde los leones realizaron muchas fechorías contra los seres humanos en un pasado más o menos lejano, como fue el lugar donde se encuentra el puente sobre el río Tsavo, la estación de Simba, el puesto de Kima, etcétera, en los que hoy en día no queda ni el recuerdo de estos animales porque la llamada ‘civilización’ se encargó de eliminarlos totalmente de aquellos lugares.
Sirva como colofón, a lo dicho en este sentido, lo que me ocurrió hace ya bastante tiempo y que fue publicado en uno de mis libros. Lo copio textualmente.
El ‘terror babuino’
«Hace años, volviendo desde Mombasa a Nairobi acompañado de mi hijo segundo, Jorge, paramos el coche en un punto para que pudiera ver el famoso puente y el río Tsavo, donde aquellos leones tuvieron su ‘estado mayor’.
Mientras tanto, aprovechamos también para comer algo, pues habíamos comprado en Mombasa unos bocadillos y fruta, que nos colocaron dentro de una caja todo muy bien ordenado. Tomando un bocadillo cada uno, nos separamos un poco del Land Rover para mirar el río, dejando la caja abierta encima del capó. Le estaba explicando a mi hijo el desastre que organizaron aquellos dos leones cuando, al mirar hacia el vehículo, nos encontramos con un babuino sentado tranquilamente al lado de la caja comiéndose los otros bocadillos, uno en cada mano, y sujetando con un pie una manzana.
En la fotografía, Tony en la antigua estación de Simba, en Kenya.
Al intentar asustarle, nos plantó cara chillándonos, supongo que poniéndonos de vuelta y media por la expresión de su cara, ‘bastante humanizada’, lo que me hizo recordar a ciertos políticos de nuestra patria, muy babuinizados…
Al final, el animalito saltó del coche sin abandonar ‘sus provisiones’, haciéndome pensar cómo habían cambiado las cosas en África, pues hacía setenta y cinco años que los leones habían sembrado el terror allí, y ahora eran los babuinos ‘los señores del lugar’, quienes te robaban la comida impunemente delante de tus narices, ¡ver para creer!».
El ‘cazador’ del depósito
Dentro del abanico de desdichas realizadas por los leones hay que destacar el extraño y siniestro comportamiento de uno de estos animales, cuya víctima fue el mencionado superintendente Ryall en el año 1900, que fue muerto en unas circunstancias realmente inexplicables debido a un cúmulo de situaciones más que negativas, que le costaron la vida siendo, además, devorado…
Antes de la llegada de Ryall a la estación de Kima, un león, después de dar varias vueltas a la casa del jefe de la estación, se subió al techo de la vivienda intentando arrancar las planchas metálicas, con el consiguiente terror de sus habitantes que carecían de armas.
Tony Sánchez Ariño logró abatir como cazador profesional 340 leones entre licencias, operaciones de control y rematando la falta de puntería de algunos de sus clientes.
Después de varios intentos fallidos abandonó sus intenciones regresando a la maleza.
Tras este fracaso siguió rondando por la zona, con un resultado nefasto: mató y devoró a un empleado del ferrocarril que estaba haciendo una inspección del estado de las vías, siempre, más o menos, cerca de la estación de Kima.
A la vista de la situación, un mecánico ferroviario europeo decidió matar al león. Su plan era esconderse dentro de uno de los depósitos de agua situados al lado de las vías, previamente vaciado, que estaba colocado sobre unos pilares no demasiado seguros, como se vio luego. Desde ese lugar, el mecánico podía realizar los aguardos y disparar desde allí si se terciaba la cosa. Así pasó unas pocas noches hasta que, por fin, vino el león que, demostrando una agresividad e inteligencia increíbles, de entrada se precipitó contra el tanque, volcándolo y haciéndole caer a tierra.
A renglón seguido, quiso sacar al horrorizado cazador a través del espacio que tenía la parte superior del referido tanque. Aquel pobre hombre, al verse en aquella dramática situación, se fue metiendo hasta el fondo del depósito para evitar que le alcanzaran las garras del león. Intentando alejarse lo más posible, acurrucándose sobre sí mismo, se le disparó el rifle, lo que fue su salvación, haciendo que el león se asustara con la detonación y escapándose, un verdadero milagro que le salvó la vida a aquel desatendido mental que pensaba que cazar leones devoradores de hombres era un simple pasatiempo al alcance de cualquiera…
Según se comentó, en su alocada huida corriendo, ¡llegó cerca de El Cairo!
El superintendente Ryall
Tras un cierto tiempo, llegó a Kima el antes citado superintendente Ryall, de la policía del ferrocarril.
Como era costumbre en la época, estas personas importantes viajaban en un vagón privado que hacía las funciones de oficina y vivienda, y que iba enganchado a un ferrocarril u otro según los lugares que tenía que visitar, aparcándolo en las vías que se habían dispuesto para eso a lo largo del tendido del trayecto entre Mombasa, Nairobi y Kampala.
«Cogiendo a Ryall de un bocado por el sobaco izquierdo y, pasando nuevamente por encima de Parenti, el león se dirigió con su carga mortal hacia la puerta del vagón».
En aquella ocasión, Ryall venía desde la zona de Makindu hacia Nairobi y, al tener noticias sobre lo sucedido con aquel león, decidió quedarse en Kima para intentar acabar con la fiera, contando que en aquella ocasión le acompañaban dos amigos que se entusiasmaron con la idea, Hübner y Parenti, uno alemán y el otro italiano. El vagón fue colocado en la vía muerta por la que solía rondar el león, que tenía el hábito de visitar la estación frecuentemente para maldición de sus desesperados habitantes.
Desde la altura del vagón había una buena visibilidad a ambos lados, pensando que aquello sería coser y cantar, y pasando por alto el detalle de que ninguno de los tres había cazado un león en su vida, y mucho menos devorador de hombres…
Entonces decidieron establecer un turno de esperas, en la que uno vigilaba mientras los otros dormían, haciendo un sistema rotativo durante cada cierto tiempo, de manera que siempre hubiera uno de guardia vigilando.
El Asesino de Kima
A Ryall le correspondió hacer la primera guardia para ir mirando por las ventanillas, pero, se supone, se quedó dormido sobre su cama sin darse cuenta.
No se sabe el tiempo que transcurrió, pero Hübner, que estaba durmiendo en otra cama al lado de Ryall, se despertó encontrándose cara a cara con el león que estaba dentro del vagón, pues la puerta la habían dejado medio cerrada y el león la había empujado hacia un lado al ser corrediza, y que, después del empujón del animal, se volvió hacia atrás haciendo que se cerrara el pestillo, bloqueándola totalmente.
Hübner se quedó más que petrificado al ver al león casi tocándole, pero éste, por la razón que fuera, había centrado su atención en Ryall, que seguía durmiendo. Pasando por encima de Parenti, que estaba sobre un colchón en el suelo, se fue directamente hacia Ryall, a quien le dio un zarpazo entre la cabeza y el cuello que lo mató en el acto, muriéndo, el pobre, sin saber lo que le ocurría, pues sólo emitió un pequeño sonido según comentaron luego sus amigos. Cogiendo a Ryall de un bocado por el sobaco izquierdo y, pasando nuevamente por encima de Parenti, que estaba más muerto que vivo, el león se dirigió con su carga mortal hacia la puerta del vagón, pero ésta, como ya se ha dicho, se había cerrado con el pestillo y no había forma de abrirla.
Entonces el león utilizó la vía directa, que fue romper el cristal de una de las ventanillas y saltar fuera llevándose el cuerpo de Ryall bien sujeto en su boca. En aquella época los cristales se rompían con facilidad, no como los actuales utilizados en los ferrocarriles que no habría león capaz ni de rayarlos….
Hübner se quedó, mientras tanto, intentando abrir la puerta sin el menor resultado, pues los nativos que les acompañaban, al salir huyendo, cerraron la puerta por fuera con el seguro puesto, al grito de sálvese el que pueda, sin intentar, ni locos, ayudar a los tres blancos.
Parenti consiguió ponerse de pie, después de pasarle por encima el león con su macabra carga, saltando también por la ventanilla ‘abierta’ por el león, y corriendo hasta la estación gritando con toda su alma pidiendo socorro, en lo que no le faltaba nada de razón después de la terrible experiencia.
El asesino en la jaula
A raíz de lo ocurrido, las autoridades del ferrocarril ofrecieron una recompensa de cien libras esterlinas, lo que era una pequeña fortuna entonces, a quien consiguiera matar aquel león.
Entre los que lo intentaron con éxito, apareció un empleado hindú del ferrocarril, quien, muy hábilmente, diseñó una trampa que dio muy buen resultado, pues al poco tiempo cayó el león en ella, y en la que tuvieron al animal, el llamado Asesino de Kima, varios días exhibiéndolo hasta que se decidió matarlo de un disparo dentro de la jaula.
Contrariamente a lo que se suponía, este león no padecía ninguna minusvalía que le impidiera cazar sus piezas habituales entre los muy abundantes animales salvajes de entonces.
Su aspecto general era perfecto, sano y con todas sus garras y colmillos en pleno uso. Además, había demostrado que no temía a las personas, como se vio al embestir el depósito de agua donde estaba escondido su presunto cazador, derribándolo, y más tarde entrando en al vagón donde dormían tres personas, seleccionar a Ryall, matarlo y escapar con él por la ventanilla del balcón después de romperla, sin esfuerzo aparente, por lo visto, llevando a su víctima bien sujeta por la boca.
El león asesino de Ryall, en Kima, dentro de la jaula donde lo exhibieron algún tiempo antes de matarlo de un disparo.
Todo esto hace que El asesino de Kima fuera único en su comportamiento, verdaderamente diabólico, para desgracia del infortunado Ryall.
A lo largo de mis 62 años como cazador profesional en África, tuve la oportunidad de cobrar 340 leones, entre los de mis licencias, en operaciones de control y, los muchos, desgraciadamente, que tuve que perseguir y acabar con ellos heridos previamente por clientes poco seguros de su puntería, pudiendo asegurar que nunca me encontré con un león que, ni de lejos, se pareciese al Asesino de Kima… gracias a Dios. CyS
Cine y literatura
El teniente coronel John Henry Patterson fue el ingeniero de la construcción del puente sobre el río Tsavo y logró abatir ( con un rifle Martini-Enfield calibre .303) a Los devoradores de hombres de Tsavo. Con este mismo título publicó su relato en 1907.
Basada en el relato de Patterson, en 1996 Stephen Hopkins realizó la película The Ghost and the Darkness, traducida al castellano como Los demonios de la noche, con Val Kilmer y Michael Douglas como protagonistas principales y que obtuvo un Óscar a los mejores efectos de sonido.
Según el relato de Patterson los leones devoraron a 135 trabajadores del ferrocarril, aunque estudios recientes apuntan que fueron 35.
Por Tony Sánchez Ariño • Fotografías: autor, Licinia Machado y Fotolia
El cartucho es el corazón del equipo, esa parte del puzzle que finalmente nos lleva hasta la pieza, dependiendo de ella un gran porcentaje de la eficacia del cazador.
Las cartucheras trabajan en esa unión perfecta entre ética y deportividad, amasada con la técnica más puntera para conseguir ser limpios en ese instante único que persigue el mínimo sufrimiento. Hoy en estas páginas dos buenos ejemplos de marcas que trabajan con rigor estas premisas.
Englobadas dentro de RUAG, Norma y Geco, desarrollan y fabrican cartuchería metálica para caza, amén de otras líneas de producción distintas como las dedicadas al tiro de precisión, entrenamiento o para cuerpos de seguridad. Como seña de identidad, en ambas, la calidad. Son productos del centro y norte de Europa donde esta es premisa obligada. Lógicamente entre ambas hay grandes grandes diferencias, tanto conceptuales como de desarrollo, ocupando nichos distintos que lleva a Norma a competir con lo más elitista de la munición mundial, mientras Geco pelea en la categoría de la calidad/precio.
Analicemos ahora alguna de las opciones que ambas ofrecen para el cazador español, sin duda una suerte de cargas que podrán ayudarnos a conseguir el éxito en ese lance soñado.
Sobre estas líneas y arriba, Norma es la conocida cartuchera sueca nacida en Noruega en 1895, trasladándose en 1902 a Åmotfors, Suecia, el apeadero del ferrocarril más cercano con la frontera. Su historia recoge la producción de cartuchería metálica tanto militar como deportiva y de caza, encontrándose precisamente entre sus desarrollos algunos de los más exitosos proyectiles para nuestra afición. Siempre innovadora, siempre en continua investigación y desarrollo, su catálogo recoge cargas y cartuchos óptimos para un espectro que recorre desde las piezas más pequeñas que podamos cazar con rifle hasta las mayores africanas, desde el entrenamiento a las disciplinas de precisión.La PPDC Plastic Point es una de las cargas más conocidas del cazador español, valorando su capacidad para ceder rápidamente energía, algo deseable cuando tratamos de frenar la carrera de una pieza que huye cargada de adrenalina. Realmente se trata de una punta hueca con base plana a la que se tapa la nariz abierta mediante una esfera plástica, consiguiendo de esta forma mejorar su coeficiente balístico, protegiendo los labios de la nariz que no se deforman en los cargadores. Estamos ante uno de los primeros desarrollos que utilizan el polímero, una de las primeras puntas de plástico.Observe como ‘la nariz’ de la PPDC marca los precortes que continúan en la camisa al fin de facilitar una expansión rápida y simétrica, creando un hongo letal que multiplica su diámetro, generando un gran canal.En .30-06 Sprgf el peso de las Norma Plastic Point PPDC es de 180 grains, con una velocidad en boca de 823 m/seg, sin duda una gran opción para monterías y batidas sobre todas nuestras especies de caza mayor, desde corzo a venado. Recorriendo el catálogo y en busca de una carga concreta que pueda servir de forma especial al cazador español, los 150 grains .270 WSM en la PPDC se muestran como una opción perfecta para monterías y batidas utilizando este rapidísimo cartucho.La PPC Vulkan es la punta hueca protegida de Norma. Con unas paredes gruesas, la camisa se pliega sobre sí misma en la nariz, dejando el núcleo de plomo a la vista como en una punta hueca, pero protegiendo con el plegado los labios del proyectil en el cargador. Su expansión en un principio es más lenta que en la Plastic Point, hasta conseguir vencer la resistencia que opone el mayor grosor del pliegue a la deformación. Tras vencerlo su expansión se vuelve rápida, similar a la PPDC. Resumiendo retrasa el comienzo de la deformación, comportándose con mayores garantías sobre especies pesadas que la punta de plástico.
Observe como la punta se pliega generando la cavidad que por similitud le da el nombre de Vulkan.En 180 grains para el .30-06 Sprgf la Vulkan abandona la boca a 823 m/seg, siendo una buena opción para monterías y batidas en puestos cortos y medios. Repasando el catálogo, y buscando su combinación con un cartucho, hay que destacar la carga elegida para el 9,3×62 Mauser donde se monta la PPC en 232 grains a 800 m/seg.La TipStrike es la respuesta de Norma a las puntas de plástico aguzadas y sin soldar. Después de haber montado durante años las Nosler Ballistic Tip, la casa sueca desarrolla la TipStrike, una punta con base plana y gran coeficiente balístico, capaz de entregarnos una rápida expansión y una penetración profunda, talón de Aquiles de la mayoría de los proyectiles de esta clase. Para conseguirlo añade un pequeño anillo interno en la propia camisa que trabaja como un retenedor del núcleo de plomo durante el impacto.
Durante la visita a Norma nos llamó la atención el robot que colocaba las puntas de polímero de las TipStrike. No podemos olvidar que como el resto de proyectiles de este tipo estamos frente a auténticas puntas huecas a las que se tapa la nariz con plástico. De esta forma mantiene una altísima capacidad para expandir con facilidad, con un alto coeficiente balístico. Adoptando como en el caso de la TipStrike una base plana, garantiza una amplia superficie de guiado en el tubo, facilitando la extracción de precisión.En .30-06 Sprgf la Norma Tip Strike pesa 170 grains, volando en boca a 850 m/seg. Su carácter podemos enmarcarlo dentro de las todoterrenos, trabajando con eficacia tanto en monterías y batidas como en recechos y esperas. Como anteriormente y puestos a encontrar una carga concreta para un cartucho determinado, los 170 grains en .308 Win, al igual que en .30-06 Sprgf, se muestran como una muy buena opción para el montero, ofreciendo suavidad y contundencia.Geco es la conocida cartuchera alemana que como Norma forma parte del grupo RUAG Ammotech. Entre su producción munición de rifle, de escopeta, de arma corta, de fuego anular e incluso de balines para neumática. De todas ellas destaca sin duda la oferta para caza mayor, con cuatro puntas distintas, una semiblindada, la TM, una soldada, la Plus, una punta de plástico de primera generación, la Express y una libre de plomo, la Zero. Comenzando por la Soft Point o Teil Mantel es la semiblindada de la casa alemana, un proyectil de caza convencional con plomo visto en la nariz, único punto por donde se abre la camisa.En la vaina, como en todas las Geco, aparece en diferente tono el recocido del cuello, prescindiendo la casa del proceso de abrillantado.Los proyectiles semiblindados como la Teil Mantel de Geco, siempre ofrecen un rendimiento adecuado, especialmente usados en cartuchos estándar. En el caso de las recibidas para el .30-06 Sprgf, pesa 170 grains, abandonando la boca a 850 m/seg. Su mejor campo de aplicación serán las batidas, monterías y esperas, incluso en tiros cercanos. Como carga destacable entre todas las ofrecidas en esta semiblindada los 105 grains TM para el .243 Win son una magnífica opción todoterreno.La soldada de Geco se llama Plus. Con base plan, cuenta con la punta hueca para facilitar el comienzo de la expansión. Como otras puntas ‘bonded’, camisa y núcleo de plomo son soldadas para garantizar altas retenciones de peso tras el impacto, generando canales largos incluso en disparos muy cercanos o sobre piezas muy pesadas.Para el .30-06 Sprgf las Geco Plus recibidas abandonan el brocal a 855 m/seg, siendo su mejor campo de aplicación las batidas y monterías a muy corta distancia, o el rececho de grandes venados.
En los laterales de la ojiva de la Plus se ven claramente las acanaladuras longitudinales profundas que buscan ayudar a la expansión facilitando su simetría. Así todo estamos ante una conservadora que prioriza penetración a expansión, trabajando con un mínimo destrozo de carne.La Express es la punta de polímero de Geco. Se muestra como generadora de cargas precisa a lo que sin duda ayudará su base plana, permitiendo un largo guiado en el cañón. Los coeficientes balísticos son altos pues su punta aguzada consigue un perfil muy puntiagudo que facilita el vuelo. Su camisa se estrecha en la ojiva, facilitando la expansión, que es violenta ante la gran nariz abierta que tapa el polímero.En .30-06 Sprgf la Express pesa 165 grains, volando en boca a 865 m/seg, con una caída a los 300 metros puesto a cero a 179 metros de solo 28,8 cm. Sin duda es un gran proyectil para monterías y batidas en puestos medios y largos, así como una opción perfecta para recechos donde demostrará su capacidad para salvar los tiros largos.La punta de la Express es la denominada Geco Tip. Observada en corto podemos ver un pequeño hueco que aun la hace más endeble, facilitando la expansión al comprimirse el aire que alberga en el impacto. Definitivamente estamos ante una punta que prioriza expansión frente a profundidad. Repasando el catálogo destaco una carga que montando la Express se amolda como un guante al carácter del cartucho donde se engarza. Los 155 grains en 7 mm Rem Mag se muestran como una opción perfecta todo uso, valida tanto para monterías y batidas como para recechos de todas nuestras especies.La Norma EcoStrike, una monometálica con punta de plástico.
Norma es uno de los primeros fabricantes mundiales de vainas, surtiendo a otras muchas marcas. El proceso parte de una pequeña ‘moneda’ de latón que en diferentes procesos es moldeada y torneada hasta conseguir un resultado impecable.El proceso productivo presta especial atención a la calidad. Cada proceso es verificado por un operario, pasando finalmente cada cartucho ante especialistas que descartan aquellos cartuchos que no cumplen con las exigencias de calidad.Es curioso observar el proceso de soldado de la camisa a núcleo. En la camisa, a modo de vaso de cobre, se introduce el núcleo de plomo, a modo de barra, añadiéndose un producto químico líquido. Es entonces cuando se le aplica calor hasta que se derrite el plomo, rellenándose el vaso, quedando entonces soldado el núcleo a la camisa cuando se enfría.
Siempre en continua investigación, Norma cuenta con laboratorios balísticos donde además de testar el producto que va saliendo, desarrolla nuevas cargas, proyectiles y cartuchos. Una de las inversiones más recientes es una cámara de alta velocidad con la que ver el comportamiento de los proyectiles sobre gelatina. La balística terminal es determinante para la elección de una punta para una determinada modalidad.Tuve la oportunidad de probar las Geco Express de 165 grains para el .308 Win en un Mauser M-18 montando visor Zeiss V8 1,8-14×50 monteando en Cáceres. A unos 70 metros el cochino cruzaba a la carrera el tiradero salpicado de encinas y carrascas. A 5x seguí su carrera viendo por la óptica como el resultado fue instantáneo. La rápida cesión de energía con un alto poder de parada permite lances tan espectaculares como este utilizando la Geco Express.He usado las Geco Plus en más de una ocasión, comprobando en todas ellas su gran capacidad para generar canales largos, con salida asegurada y mínima destrucción de carne. Cazando también en Cáceres me entra un venado que baja por la ladera enmontado. Lo dejo cumplir esperando que rompa en el claro que tengo a la derecha. Posiblemente nos coge el aire y acaba saliendo a la izquierda. De culo y a unos 80 metros pongo a prueba la capacidad de penetración de las soldadas que no me defraudan, demostrando su facilidad para llegar a órganos vitales.
Antes de nada, quiero agradecer a mi buen amigo Joaquín España Aguado (J) haberme recibido en su casa para realizar este coloquio del que sólo puedo decir que ha sido uno de los mejores ratos que he pasado en los últimos tiempos. Joaquín es un grande como profesional, cazador, escritor… pero sobre todo es una GRAN PERSONA.
¿Cómo te encuentras, Joaquín?
(J) (Absolutamente tranquilo) Estoy en una fase de lucha contra un cáncer y haciendo lo que uno debe de hacer, luchar por la vida y hacer todo lo posible por seguir aquí. Los tratamientos son muy agresivos y a veces que impiden salir durante un tiempo, pero en cuanto puedo salgo a caminar, montar en bicicleta y, por supuesto, de caza con mi sociedad de cazadores.
Joaquín España Aguado: “Estoy en una fase de lucha contra un cáncer y haciendo lo que uno debe de hacer, luchar por la vida y hacer todo lo posible por seguir aquí”
¿Sigues saliendo a cazar con la Sociedad de Cazadores de Rascafría?
(J) Por supuesto, mi padre, Joaquín España Payá, fue uno de los fundadores junto con personajes como El Canario, allá por los años 70 y yo como socio fundador ahí sigo. Con ellos he aprendido y sacado los dientes con la caza, con unos cazadores del lugar que me enseñaron todos los rincones de la zona y toda la esencia de la vida alrededor de la caza y alrededor suyo.
¿Qué sientes saliendo a cazar por aquellas tierras?
(J) Cada vez que tengo oportunidad de estar por sus montes, solamente andando, recechando o sentado en una piedra mirando al monte, es una satisfacción inenarrable.
La gente no comprende estas sensaciones que van más allá del puro hecho de cazar, ¿no crees?
(J) La muerte puede ser una consecuencia de la caza, pero repito, puede ser, no siempre lo es. Siempre he dicho que la caza es un acto intelectual en el que pones en práctica todo lo que conoces de toda tu vida para llevarlo a la práctica dentro de un entorno que es absolutamente natural y que si no lo conoces bien no encajas. La muerte es consustancial con la propia vida y en un acto de caza es algo absolutamente normal.
¿Por qué este rechazo de la sociedad a que se mate a un animal en un acto de caza?
(J) No comprendo porque nos rasgamos las vestiduras cuando estamos provocando la muerte de millones de animales diariamente por ser civilización, lo que parece ser es que una rata no tiene la calificación que puede tener un ciervo muy bonito o que una cucaracha tampoco puede tener la calificación de un corzo… las vidas son vidas y las muertes son muertes y cada vez que vamos con nuestro coche estamos acabando con la vida de insectos, pájaros, mamíferos y no echamos cuenta de ellos, pero si estamos cazando parece que estamos actuando contra natura, que estamos haciendo algo salvaje. Con la caza estás integrado en el medio y ejerciendo el papel de predador que tenemos en la naturaleza.
Joaquín España: “No comprendo porque nos rasgamos las vestiduras cuando estamos provocando la muerte de millones de animales diariamente por ser civilización, lo que parece ser es que una rata no tiene la calificación que puede tener un ciervo muy bonito o que una cucaracha tampoco puede tener la calificación de un corzo…”
Vamos a hablar un poco de ti, hace tiempo te definiste como “un ser humano que disfruta de la naturaleza y de interaccionar con la misma porque sé bien cuáles fueron mis orígenes ancestrales, y estoy orgulloso de mi herencia genética y antropológica. No me avergüenzo de decir de donde procedo y por qué soy quien soy, ya que tengo muy claro que la vida y la muerte son caras de la misma cosa”, ¿te ratificas en lo dicho o quitarías o añadirías algo?
(J) No le quitaría ni una coma, soy así y pienso así, quizá añadiría otro párrafo en el que seguiría hablando de esencias y de sentimientos porque esa sensación, ese sentimiento que tienes cuando en un rececho tienes que tirarte al suelo y sientes la vegetación que te aplasta, esos olores que te llegan del suelo, ese momento en el que se está concentrado en el animal para que no te descubra y que pones todos tus sentidos en mejorar los de esos ejemplares prodigiosos… ese sería el siguiente paso con el que quizá conseguiríamos conectar con la gente, pero es muy difícil conseguirlo, lo he intentado muchas veces y no lo he conseguido (ríe).
Otras palabras tuyas, “soy y seré siempre cazador”, ¿por qué?
(J) (Ríe) He nacido cazador, soy humano y una parte de esos primeros humanos a los que les toco cazar para alimentarse, soy heredero de esa genética y lo siento como tal.
¿Qué significo tu padre para ti en el tema cinegético?
(J) (Se pone serio y medita…) Para mí ha sido todo, desde muy pequeño he estado pisando el campo y cazando con mi padre. Para mí cuando era pequeño, el premio era salir de caza y el castigo no hacerlo, era el premio de la semana. Recuerdo correr las perdices detrás de mi padre y sus amigos y mi sufrimiento para seguirlos (ríe).
¿Qué te transmitía?
(J) Mi padre y yo no hablábamos mucho, pero cuando nos parábamos a beber agua o veía algo interesante me decía mira hijo esto es tal o cual… él me ha enseñado lo que era la vida natural.
¿Y qué significó D. Joaquín España Payá para el mundo de la caza en España?
(J) Mi padre fue un personaje quizá no excesivamente ponderado como debería haberlo sido, quizá porque era bastante tímido y humilde, no quería significarse en nada y no se adaptaba a los grupúsculos de la caza. Ni a él ni a mí nos ha gustado nunca debernos a nadie, nunca, nunca voy a cambiar mi forma de ser ni voy a dejar que me la cambien, quizá por eso no soy una persona especialmente amada por esos grupos, a los que por supuesto no crítico y respeto.
Joaquín España: “Mi padre, Joaquín España Payá, fue un personaje quizá no excesivamente ponderado como debería haberlo sido, quizá porque era bastante tímido y humilde, no quería significarse en nada y no se adaptaba a los grupúsculos de la caza. Ni a él ni a mí nos ha gustado nunca debernos a nadie, nunca, nunca voy a cambiar mi forma de ser ni voy a dejar que me la cambien”
¿Qué significo para ti dirigir Caza y Pesca y, sobre todo, su cierre?
(J) Dirigirla fue un placer, trabajé en ella con toda la honorabilidad y cariño del mundo. En aquella época hablamos de lo que nunca se hablaba del mundo de la caza, hablamos de los sentimientos, del mundo rural, algo de lo que hoy día es un lenguaje común. En cuanto al cierre, con la llegada de las nuevas tecnologías tenía claro que el mundo del papel se terminaba y, o salíamos de aquello o significaba una quiebra importante para la familia. Aun así lo fue pero, como se suele decir, salvamos lo muebles. Pero el golpe fue durísimo, fue como si te quitaran un hijo tuyo, pero hay que sobrellevar lo que te viene y seguir adelante. Pero ahí queda la historia y el trabajo.
¿El peor momento en tu trayectoria cinegética?
(J) (Sin dudar) La muerte de mi padre.
¿Y el mejor?
(J) (Sonríe con satisfacción) Son muchos, pero quizá el día que pise África.
¿Aún recuerdo aquella comida en la que me comentaste que ibas a iniciar tu aventura política. Porque te aventuraste a entrar en ese mundo con ANATUR?
(J) (Suspira) Está claro que hacía falta, de hecho, ya hay partidos que defienden aquello por lo que yo luchaba entonces. Alguien tenía que hacerlo, pero la enfermedad me ha podido y no tengo fuerzas para continuar, pero la idea está ahí y los partidos la toman como algo suyo y lo menos que esperaba es que al menos hubieran cambiado las comas de lo que yo escribí (ríe).
¿Cómo ves el mundo rural en nuestra sociedad actual?
(J) Claramente cada vez se va separando más el mundo rural del urbano. Se está creando una imagen falsa del mundo rural basada en su desconocimiento. Habría imponer un periodo de tiempo obligatorio de permanencia en el mundo rural, sobre todo para los jóvenes para conocerlo. Nosotros comemos y vivimos del mundo rural y hay que conocerlo más allá de salir el fin de semana o montar en bici… Necesitamos el mundo rural día a día. Este enfrentamiento entre ambos mundos se solucionaría llevando el mundo rural a la ciudad y la ciudad al mundo rural y así intentar unificar estos dos mundos. Hay que valorar el trabajo del campo, si queremos lobos, hay que pagarlo y ese dinero tiene que salir de los que quieren que los haya.
Siguiendo con la política, ¿qué te parece la actitud de los partidos políticos españoles ante el mundo rural y más concretamente con la caza. Crees que se ha pasado de estar demonizada a ser un ‘caramelo’ electoral que todos quieren aprovechar?
(J) Desde las elecciones en Andalucía todo ha cambiado, el programa de VOX, que es un calco del nuestro en ANATUR, todo lo ha cambiado. Me parece falsa esta actitud de estos partidos, pero me preocupa más la izquierda que siempre tuvo entre sus bases al campesino y ahora se les ha olvidado y ya no existe para ellos. La izquierda está haciendo mucho daño a la naturaleza con tanta protección.
Joaquín España: “Desde las elecciones en Andalucía todo ha cambiado, el programa de VOX, que es un calco del nuestro en ANATUR, todo lo ha cambiado. Me parece falsa esta actitud de estos partidos, pero me preocupa más la izquierda que siempre tuvo entre sus bases al campesino y ahora se les ha olvidado y ya no existe para ellos”
¿Qué tiene que hacer el cazador para defender sus derechos?
(J) (Rotundo) Luchar por ellos, el cazador está acostumbrado a que alguien luche por él, no es así, el cazador tiene que defender sus propios derechos y salir a la calle a hacerlo. Mientras no cambiemos esto, mal vamos. Eso sí, hay que hacerlo como colectivo y, por supuesto, hay que acabar con los personalismos que tanto daño han hecho a la caza.
¿Qué futuro ves a la caza en nuestro país?
(J) Muy complicado por la desunión, los personalismos y, sobre todo, porque no tenemos conciencia de que o actuamos como colectivo o nos vemos abocados a seguir perdiendo esos derechos que pretendemos que otros nos defiendan. Yo seguiré luchando por esa unidad porque, aunque eliminen a los cazadores siempre habrá caza y alguien tendrá que hacerlo, luchemos porque sigamos haciéndolo los cazadores y no personas pagadas con los presupuestos generales.
Joaquín España: “Veo el futuro de la caza en España muy complicado por la desunión, los personalismos y, sobre todo, porque no tenemos conciencia de que o actuamos como colectivo o nos vemos abocados a seguir perdiendo esos derechos que pretendemos que otros nos defiendan”
¿Por qué crees que el mensaje animalista cala tanto entre la población urbanita y sobre todo en los jóvenes… que estamos haciendo mal o que están haciendo ellos bien?
(J) Esto es un tema de sensiblería, se está jugando con el buenismo de las personas intentando humanizar a los animales y esto no puede ser. Un niño y un perro no tienen el mismo estatus. Mandamos a un anciano a la residencia y a un niño rápidamente al colegio, pero en cambio cogemos un animal para que nos haga compañía, ¿pero a dónde vamos?… Hay que despertar al mundo rural hasta que diga basta y defienda sus derechos.
¿Qué representa la caza para el mundo rural?
(J) Economía por todo lo que representa, gestión de espacios y socialmente una actividad liberadora.
¿Qué plato de caza te hace salivar cada vez que piensas en él?
(J) (No lo duda) El corzo, me encanta, y después unos garbanzos picantes con venado que hago yo mismo y que son la delicia del que lo prueba según dicen (ríe). El corzo clásico de la sierra con patatitas siempre sienta bien.
¿Tu paraíso cinegético al que re retirarías cuando seas mayor?
(J) (Sin dudar) Montana o Alaska. Grandes espacios, pocas mallas y naturaleza salvaje. Necesito espacios abiertos sin edificios. También África, pero a distancia de los anteriores paraísos.
Joaquín, ¿cómo puede un casposo, asesino de animales… tener esa sensibilidad que trasmites cuando cantas?
(J) No tiene nada que ver, soy un ser humano y expreso mi sensibilidad de diferentes maneras. Si los que critican la caza llegasen al punto de sensibilidad que yo alcanzo cuando estoy cazando, entenderían porque expreso esa sensibilidad cuando canto, canto lírico se entiende.
¿Cuéntame que es la música para ti?
(J) (Se pone serio) Algo esencial en mi vida, sin ella al igual que sin la caza no la entendería. Siempre quise ser músico, hasta que con el tiempo empecé a estudiar con seriedad y ello me llevó a descubrir un universo increíble de belleza y creatividad y, sobre todo, el gran reto y enorme responsabilidad que supone para el que interpreta transmitir toda ella belleza (se emociona) .
Periodista, veterinario, escritor, editor, cazador, cantante, deportista, ¿cuál de estas actividades te ha dado más satisfacciones?
(J) (Piensa…) Es muy difícil, pero quizá lo que más satisfacciones me ha dado es ser persona y permitirme hacer todas esas cosas.
¿Qué pregunta no te he hecho a la que te gustaría contestar?
(J) (Duda y tarda en contestar) ¿Estás satisfecho con tu vida? Sí, y creo que siempre he sido honesto, nunca me he dejado influenciar, he seguido mis criterios con honestidad y pleno conocimiento, sin hacer daño a nadie. Quizá esa sea la herencia de mi vida.
Joaquín España: “Me gustaría que me hubieras hecho la pregunta: ¿Estás satisfecho con tu vida? Sí, y creo que siempre he sido honesto, nunca me he dejado influenciar, he seguido mis criterios con honestidad y pleno conocimiento, sin hacer daño a nadie”
Más de una hora y media de coloquio que se pasaron como hubieran sido cinco minutos, del que se queda otro tanto por plasmar en esta entrevista porque el espacio es limitado. Un placer y un gran temor al haber entrevistado a alguien como Joaquín que ha sido y es todo en este mundo de la caza, gracias por recibirme en su casa y gracias a su esposa que nos aguantó durante este rato en que invadimos su hogar.
Un poco más al sur, Las Ventas con Peña Aguilera se extiende a los pies del Cerro del Águila, cuyo berrocal granítico parece el lugar ideal para que Don Quijote haga una de sus penitencias de enamorado, dando tumbas de medio abajo desnudo y de medio arriba vestido. En el altozano, rodeados de piedras caballeras que hacen equilibrios inverosímiles, hay una ermita y un molino de viento, y surge la tentación de dejar que la mirada se pierda hacia un paisaje extenso de serranías y cotos sobrevolados por buitres y milanos, de núcleos rurales acostados bajo las lomas en la frontera entre las provincias de Toledo y Ciudad Real, de pueblos cuyo vaho se cristaliza de puro frío en este mes de enero. El decorado de la España que vive de la caza. La España casposa, según el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, uno de los miembros del Gobierno que ha mostrado en los últimos tiempos su animadversión a la actividad cinegética. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, directamente la prohibiría.
Todos se conocen
En la entrada a Las Ventas con Peña Aguilera abundan las empresas de cantería (se dice que de aquí se sacaron las piedras para la catedral y el alcázar de Toledo) y de marroquinería, algunas de estas fundadas por viejos guarnicioneros que pasaron de los correajes de las caballerías a fundas de armas y zurrones para los cazadores. Artesanos de la piel, pues, y también mayorales de rehalas, guardas de cotos, muleros, veterinarios, taxidermistas, carniceros, hosteleros, jornaleros eventuales… Aquí una mano lava la otra, y las dos lavan la cara, y es posible hacer una auténtica «foto de familia» cinegética. Todos se conocen. Hasta los guardas conocen a los furtivos. «La caza forma parte de la cultura y de la tradición de nuestro pueblo, y es un motor de desarrollo económico y social, porque ayuda a fijar la población en una zona desfavorecida», comenta Azucena Carrobles, concejala de Cultura. Si no fuera por esta actividad, la comarca pasaría a engrosar la España vacía que describió el escritor Sergio del Molino, marginada, orillada, fantasmal, semioculta junto a carreteras secundarias y «donde hacer cada recado significa un dolor». La cuestión tiene casi una vertiente antropológica, como apunta Esteban Ruiz, el veterinario de esta localidad: «Parece que queremos eliminar al hombre rural y crear un individuo nuevo, único, que habite solo en las ciudades».
«Es fácil criticar nuestra forma de vida si eres un funcionario urbanita o vives de una subvención», opina Juan Caballero, presidente de la Asociación de Titulares de Cotos, Cazadores y Actividades Afines al Sector Cinegético de Castilla-La Mancha. «Los políticos no van a prohibir la caza. La estrategia es más sibilina. Se trata de ir poniendo trabas poco a poco, por ejemplo exagerando sobre las enfermedades de los jabalíes o desprestigiando y dividiendo el sector, concediendo ayudas a unas asociaciones y negándoselas a otras, acabando con la caza social sostenible cuya ética pasaba de padres a hijos». Según Atica Castilla-La Mancha, el número de licencias en esta comunidad autónoma era de 106.406 en 2016, último año del que se tienen cifras oficiales, solo por detrás de Andalucía y de Castilla y León. En 2018 no se superaban las cien mil; la obligación –reciente– de aprobar un exigente examen ha dejado fuera a muchos candidatos. Hay un total de 5.823 cotos en la región (1.328 en Toledo) que cubren casi siete millones de hectáreas.
Ladridos a coro
Una algarabía ensordecedora acaba por despertar hasta el último habitante de Las Ventas con Peña Aguilera. Las pulsaciones se les han disparado a 120 canes tras observar que el vehículo se ha detenido junto a la cancela de las perreras. Hay podencos, dogos, alanos, mestizos (podenco y mastín). Ladran como si no hubiera mañana. Juan Manuel Rodríguez, el propietario de la rehala, sonríe. «Creen que hoy toca marcha». Pero no. Solo son vísperas. La veda está abierta desde el Pilar hasta la tercera semana de febrero, y las monterías suelen organizarse de viernes a domingos, aunque algún jueves también sea día hábil. Pero en la previa hay trabajo que hacer. Sacar a los animales a un «patio de recreo» para que se desfoguen, limpiar las jaulas, decidir qué grupos van a participar en la cacería… De 16 a 24 perros forman una rehala, que está supervisada por un perrero. Se paga 250 euros por cada una. Dependiendo de la mancha de la montería puede haber hasta 40 rehalas y más de 500 perros. Algunos, los más jóvenes –a los ocho meses se les da la alternativa– y los que tienden a dispersarse llevan un collar con GPS. «Es un trabajo muy sacrificado», confiesa Juan Manuel. Hay que estar pendiente del pienso, la vacunación, la desparasitación, hacer un curso de transporte de animales vivos… «Y los rehaleros somos el blanco de las iras preferido de los animalistas. Nos odian. Hace unos días, un coche paró junto al mío cuando llevaba un remolque con perros. Un tipo bajó la ventanilla y me llamó hijo de puta asesino».
En noviembre pasado el vídeo de un lance de caza que acabó en desastre se hizo viral en las redes sociales, alimentando la indignación contra este colectivo. En las imágenes se ve cómo una jauría de perros ataca a un ciervo al borde de un barranco. El cazador los azuza para que no dejen escapar a su presa, y tanto el venado como una docena de canes acaban despeñándose. El vídeo pone los pelos de punta. Juan Manuel Rodríguez no trata de justificar lo ocurrido. «En la caza hay errores, accidentes y malas prácticas también, como en cualquier actividad de la vida. Y cosas como esa no pueden suceder».
Caza mayor
En los Montes de Toledo hay muchas fincas cuyos dueños son grandes empresarios y banqueros, terrenos dedicados a la caza mayor –ciervo, jabalí, muflón, gamo, corzo– que organizan los eventos de forma privada o alquilan la propiedad a orgánicas monteras (empresas que se encargan de la gestión). El coto de los Quintos de Mora, en el término municipal de Los Yébenes, pertenece al Estado y ha adquirido cierta relevancia pública por los encuentros políticos que han tenido lugar allí en los últimos años (a principios de este siglo se lo llamó «el rancho de Aznar» y en agosto de 2018 Pedro Sánchez lo eligió como lugar de retiro y reunión del Consejo de Ministros). Durante las primeras semanas del otoño, su raña central –rodeada de bosques de rebollo, quejigo y encina– se llena de desafíos en una berrea que puede ser contemplada por el común de los mortales desde los caminos públicos que serpentean en las soledades del coto. Pero un velo de discreción cae sobre estas fincas, cuyos propietarios son refractarios a salir en la prensa para hablar de la caza.
Alberto García, el guardés de una de ellas, suele tener los días muy ocupados vigilando, revisando las alambreras, supervisando los animales defectuosos y enfermos –con los que se hacen descastes para evitar que haya una epidemia– y espantando a los furtivos. «El furtivismo lo marca el precio de la carne», señala. «Si está alto, hay más posibilidades de tener un mal encuentro. Te intentan evitar, naturalmente, así que cuanto más visible seas, mejor. Cuando los descubres, les das la voz. A veces disparan un tiro de advertencia antes de echar a correr. ¡Claro que los tengo fichados! Son de todos los pueblos de la comarca».
Inspección de las piezas
Cuando las escopetas y las jaurías callan, otra parte de la cadena humana que forma parte de la caza entra en acción. Los que han pagado por un puesto –2.000 euros de precio medio, se puede llegar a los 10.000; el gasto de organización de una montería alcanza los 50.000 euros– ya piensan en los panes preñaos, las migas y los judiones que les puede servir in situ desde un restaurante de la zona hasta un servicio de catering, y en las batallitas que contar con la boca llena. Las piezas cobradas, transportadas por muleros –todavía existen, y con sus mulas, a pesar de los todoterrenos pickup y los tractores– se depositan en el punto de visceración e inspección, donde es preceptivo que haya agua caliente, techado, buena iluminación y un suelo de hormigón.
Hasta allí se desplaza Rodrigo del Castillo, responsable de Vencaza, empresa especializada en la compra, recogida, venta y distribución de carne de caza mayor, sobre todo ciervo y jabalí, para seleccionar las mejores piezas, a las que les quita las vísceras como paso previo al transporte hasta sus instalaciones en Las Ventas con Peña Aguilera, donde se realiza el despiece y envasado de la carne. «La clave es ir directamente a las monterías. Eso nos permite controlar todo el proceso desde el campo al punto de venta». Su lista de clientes está compuesta por carnicerías, mayoristas, restaurantes y colectivos gastronómicos, y exporta al extranjero. Casto Romero, teniente de alcalde la localidad, aporta un dato: «Se trata de carne ecológica, de animales que no se alimentan con pienso. Un 80% de la producción de la comarca llega a Francia, Alemania, Holanda y Dinamarca, entre otros países».
Carne y piel
En ese punto de inspección, Rodrigo del Castillo trabaja codo con codo con el veterinario, Esteban Ruiz, encargado de unos controles sanitarios que deben ser rigurosísimos. «Hay alteraciones que se ven a simple vista. Las partes mordidas por los perros se descartan. De los jabalíes siempre hay que recoger una muestra para analizarla por el riesgo de triquinosis». En su clínica hay cinco veterinarios que tienen tarea en toda la región, y no solo gracias al sector cinegético, pues aquí se da el vacuno extensivo (15.000 cabezas), el ovino y el caprino (30.000).
Santos Cid es otro eslabón de esta cadena. Su empresa, Jumansa, recoge las pieles de los ciervos, 300.000 al año, y también los huesos. «Salamos las pieles para su conservación –dice– y las vendemos a talleres de curtido y marroquinería, aunque una gran cantidad se exportan a China, donde las utilizan para fabricar colágeno».
Abel Gutiérrez nació en 1928. Padecía poliomielitis en un pueblo que, entonces, vivía sobre todo de las canteras. Su enfermedad no le permitía tirar por ese camino, así que su madre lo envió a Toledo para que aprendiera el oficio de guarnicionero. Cuando volvió a Las Ventas con Peña Aguilera decidió dedicarse al negocio del cuero, al principio no relacionado con la caza, pero los clientes le animaban, Abel, nos tienes que hacer las fundas de las armas, las cananas y los morrales, y el boca a boca le dio el último empujón.
«Así empezó todo», cuenta Juani, su hija, que ha cogido el relevo y regenta el taller y la tienda de artesanía de la piel con el nombre del fundador. Allí trabajan seis personas, y otras tantas enfrente, en el negocio de su primo, en la firma Ángel Serrano. «No me preocupan los cazadores, con la gente del campo seguimos teniendo mucho contacto, sino la clientela común, la clase media que se ha visto afectada por la crisis y, antes, cuando pasaba por el pueblo para hacer turismo rural, para visitar espacios naturales como Cabañeros, se detenía a comprar un bolso, un cinturón, una cartera», se queja Juani, que ha buscado nuevos caladeros en Toledo capital abriendo tres establecimientos. Javier Gutiérrez, también empresario de la piel (su compañía, Alfajami, funciona desde 1990, aunque algunos de sus artesanos llevan trabajando desde principios de la década de 1970), recuerda cómo en los orígenes el 90 por 100 de sus artículos estaban relacionados con la caza. Ahora los bolsos de señora se llevan la mayor parte de una producción que también viaja al extranjero.
Ojos de cristal
Gregorio Medina es otro personaje esencial en esta historia. Puede que el más buscado por los coleccionistas de trofeos que participan en las monterías, aunque su negocio no se circunscribe a los Montes de Toledo. Junto con sus hermanos Jesús y Ramón y cinco empleados lleva adelante la Taxidermia Medina, que fundó su padre en los años 50 del pasado siglo. «Cuando acaba la montería nos llevamos las cabezas al taller, donde se desuellan, se cuecen y se quedan limpias. La piel hay que salarla y curtirla antes de ser montada en los moldes de poliuretano. ¡Todavía hay gente que pregunta si los ojos del animal son los suyos propios!», dice mientras muestra un blíster con ojos de cristal fabricados en Alemania. «Son los de mayor calidad», añade su hermano Jesús. Un frontal de ciervo lleva tres horas de trabajo y cuesta unos 500 euros. Realizan 1.500 piezas al año, y un tercio las exportan a clientes rusos, franceses, alemanes, belgas, chinos, estadounidenses e italianos. Reciben bastantes encargos para disecar animales cazados en safaris africanos. Los felinos son los más difíciles. Acaban de recibir una caja procedente de Zimbabue que, en la aduana, ha debido pasar por exhaustivos controles. Su contenido es sorprendente: pieles y cráneos de un león, un leopardo, una jirafa, una cebra y un búfalo abatidos por un cazador al que, sin duda, le cundió el tiempo y el dinero.
Variedades de venado
El trajín no puede compararse al de un fin de semana, donde se sirven 60 comidas al día y el local se queda pequeño, pero siendo jueves hay bastante movimiento en el restaurante Sartenilla, un clásico de Las Ventas con Peña Aguilera al cargo de los hermanos Gustavo y Álvaro Sevillano, cuarta generación de un negocio que abrió su bisabuelo en una fecha que no pueden documentar. «El 80% de los platos que servimos es de carne de caza», revela Gustavo. «Quince variedades de venado, tres de jabalí, además de perdiz, etcétera. Tenemos una parroquia muy fiel que incluye a los municipios de los alrededores. No cabe duda de que si no fuera por estos productos no seríamos más que un simple bar pegado a la carretera que pasa por medio del pueblo».
El Hostal Joaquín conoció tiempos mejores cuando el abuelo de la actual propietaria, Nieves Castro, lo fundó hace 45 años. «Entonces no existía nada parecido, las vías de comunicación eran mucho peores y en las fincas no había más alojamiento que el de los guardeses», comenta. «Se organizaban muchas monterías y de viernes a sábados estábamos completos. Mi padre servía migas y judías con perdiz en las propias cacerías. Las habitaciones eran individuales (o dobles con camas sencillas) y solíamos meter supletorias porque no se cabía de tanta demanda. Ahora seguimos recibiendo muchos cazadores durante la temporada, pero la mejora de las carreteras hace que, por ejemplo, la gente que viene de Madrid haga la actividad en el día y se vuelva para su casa».
Al caer la tarde, Las Ventas con Peña Aguilera parece quedarse a solas con su arquitectura. Pocas almas a la vista. A un espécimen urbano le choca esto, acostumbrado a ver gente, a caminar junto a otros, sí, pero casi siempre en silencio, sin ni siquiera enarcar una ceja. ¿Dónde están las casi 1.200 personas que forman esta población? ¿Tal vez buscando los encames de los linces en el monte para constatar que, en efecto, este animal existe? «Están cada una a lo suyo», se despide Juan Manuel, el rehalero. «Pero si nos quitan la caza, ¿a dónde nos vamos?».
Comenzamos la crónica de la montería de Los Quemaos, en Castilforte, Guadalajara, recordando que se montea a ‘matacuelga’ y que el precio de puesto suelto es de 120 euros, 100 si se coge la acción de las seis monterías.
Los Quemaos no podía ser menos, y cumplió como lo hicieron las tres primeras monterías de Castilforte. No en vano, suele ser una mancha muy segura, sobre todo para los cochinos.
La mañana se presentó muy fría, sin embargo después templó e hizo un día espléndido para montear.
Las casi 800 hectáreas de Los Quemaos se cierran con seis armadas y tres traviesas.
Lo primero que hay que destacar es la labor de Estebitan y Chari, cuidando y preparando las manchas.
Se monteó con diez rehalas -escogidas- al encuentro. Estebitan, que es un ‘máquina’, organizó perfectamente las rehalas, destacando también el trabajo José de Salmerón dirigiendo los perros en la zona de El Machorro.
En esta ocasión los monteros se portaron, ya que se escucharon 108 tiros para cobrar 32 piezas: 23 guarros, cuatro venados y cinco ciervas.
Sobresalió un cochino de excelentes defensas, que habrá que esperar para ver qué categoría de medalla es, aunque tenía las navajas muy gruesas, que como bien se sabe es el parámetro que más porcentaje de puntos da; y un venado precioso, de 12 puntas.
El cochino grande se cobró en el puesto nº 5 de la traviesa de El Manantial. Otro puesto destacado fue el nº 6 de la traviesa de El Portillo, que cobró un venado y tres cochinos.
DATOS DE LA MONTERÍA
Otro de los venados cobrados.
Organización: Coto Castilforte
Fecha: 12 de enero de 2019
Finca:Montes de Castilforte / Mancha:Los Quemaos
Finca abierta / Hectáreas monteadas: 785
Término: Castilforte, Guadalajara
Puestos: 87 / Cupo: 1 venado y 1 cierva. Jabalíes, gamos y gamas sin cupo / Rehalas: 10
La Federación Navarra de Caza reclama a los grupos parlamentarios que tengan en cuenta la importancia de las actividades cinegéticas frente a las protestas de los animalistas.
El Parlamento de Navarra se encuentra en estos momentos inmerso en el proceso de elaboración de una propuesta de ley foral de protección de los animales de compañía, que derogaría y actualizaría la normativa vigente, que data del año 1994. El objetivo no es otro que buscar un mejor bienestar de las mascotas y también lograr un mayor rango de protección animal, dando respuesta a las reclamaciones de una sociedad que cada vez se muestra más concienciada con los derechos de los animales.
No obstante, desde la Federación Navarra de Caza, que ha participado activamente junto a otras instituciones vinculadas a la protección animal en la mesa de trabajo para el desarrollo de esta propuesta de ley, han resaltado que determinados contenidos pueden suponer un ataque directo a la caza en la Comunidad Foral, sobre todo procedentes de colectivos animalistas de índole radical.
En este sentido, conviene echar una mirada al pasado y a la tradición para exponer que la convivencia del ser humano con el mundo animal es tan antigua como su propia existencia. Durante miles de años, la humanidad ha domesticado diferentes especies animales con múltiples y diversas finalidades lucrativas, y a través de diferentes mecanismos de selección genética y basados en la zootecnia, es decir, intentando conseguir el mejor aprovechamiento de estos animales sin descuidar su bienestar.
Las metas de estos procedimientos han sido variadas: garantizar el sustento del hombre mediante animales de producción, empleándolos como fuerza de trabajo o como sistemas defensivos, e incluso enfocándolos hacia las relaciones afectivas o de compañía. Pero sin lugar a dudas, una de las más importantes ha sido la caza en todas sus variantes, con el perro, las aves de cetrería y el hurón como especies indispensables para la actividad cinegética.
Esta realidad, en su esencia, no ha variado un ápice y sigue presente en nuestros días. Sin embargo, como se ha reseñado, desde mediados del siglo XX, los conceptos de bienestar y de protección animal han saltado a la palestra como un indicativo de que la ciudadanía desea afianzar en la seguridad del mundo animal. Por supuesto, el colectivo de cazadores no es ajeno a esta situación, y comparte a su vez una visión en pro de un cuidado más adecuado y fehaciente de las especies que conviven en el planeta con el ser humano.
El problema radica en que muchos individuos de esa sociedad que demanda una protección animal más extensa desconocen y, de hecho, se niegan a aceptar que la caza reglada supone una herramienta irremplazable para alcanzar una gestión sostenible de la naturaleza, amén de que la actividad cinegética vertebra el territorio, complementa la economía del mundo rural y proporciona el equilibrio necesario en las poblaciones de fauna silvestre.
Estos logros representan grandes baluartes en problemáticas que afectan directamente al desarrollo y al bienestar de la población, ya que, entre otros beneficios, previenen daños agrarios, minimizan el riesgo de accidentes de tráfico y ejercen una vigilancia constante en la naturaleza para evitar la expansión de epidemias en la sanidad animal.
Ambas cuestiones, la caza como garante de una gestión adecuada del medioambiente y como instrumento en la reducción de perjuicios económicos y sociales, ha sido desarrollada a todos los niveles territoriales, tanto en el panorama internacional, como en el europeo, el estatal y, por último, el autonómico. Y el Parlamento de Navarra, en su cometido al redactar la citada propuesta de ley foral, debe adecuar su contenido a todas las sensibilidades y casuísticas que encierra el mundo animal.
La Federación Navarra de Caza, como no podía ser de otra manera, se muestra a favor de un bienestar animal aplicado de forma razonable. Pero alerta al mismo tiempo de la situación de indefensión en la que queda el colectivo de cazadores de la Comunidad Foral. Sobre todo, ante la existencia de grupos radicales que, desde la demagogia, el desconocimiento y el fundamentalismo, asedian cualquier actividad relacionada con la caza. Esta razón hace que se estime fundamental dotar al cazador navarro de una garantía de seguridad jurídica. Una protección que ya se encuentra recogida en otras normas europeas, nacionales y autonómicas de protección animal.
Con ello, se pretende hacer frente a las denuncias y procedimientos sancionadores estériles por el hecho de proceder de casos falsos de supuestos maltratos animales. Estas acusaciones vertidas desde grupos extremistas y sectarios podrían aflorar, con el cambio de ley, por errores de interpretación de la autoridad competente en base a determinados artículos del texto propuesto.
Por tanto, y en aras de buscar una situación justa y necesaria, la Federación Navarra de Caza va a trasladar a todos los grupos políticos del Parlamento foral que los animales que participen en una actividad cinegética regulada deben estar incluidos como parte de las excepciones de la aplicación de la ley de protección de los animales de compañía.
La Federación Extremeña de Caza (FEDEXCAZA) ha organizado el I Seminario San Huberto que tendrá lugar los próximos días 26 y 27 de enero en la localidad pacense de Quintana de la Serena.
Se trata de un seminario teórico-práctico dirigido a competidores de los niveles iniciación y concursante en el que se tratarán aspectos como el adiestramiento de perros o el reglamento y normativa de esta modalidad cinegética. Las jornadas contarán además con la participación de deportistas a nivel mundial como José Antonio Pérez Ojeda, Francisco López o el extremeño Carlos Tiburcio quienes realizarán exhibiciones en el campo y aportarán sus conocimientos y experiencias sobre esta disciplina.
Entre los profesores del seminario estarán Julián Sánchez, juez autonómico y nacional de Perros de Muestra y San Huberto, que impartirá el bloque de contenido teórico relacionado con el reglamento y las normas de competición de esta modalidad cinegética; Raúl Martín, adiestrador y guía de perros, encargado de la sesión práctica sobre técnicas de adiestramiento y manejo del perro de San Huberto; y José Manuel Mora, delegado de San Huberto y Perros de Muestra de la Federación Extremeña de Caza, quien dirigirá el taller teórico-práctico sobre estándares de trabajo del perro de muestra y habilidades en el campo. Estas actividades permiten un máximo de dos perros por alumno.
La inscripción al I Seminario San Huberto tiene un precio de 80 euros que incluye las comidas de ambos días en el Restaurante ‘La Piscina’ de la localidad. Puede realizarse descargando el formulario de la página web de FEDEXCAZA (www.fedexcaza.com) y remitiéndolo a la Federación junto al justificante de pago antes del 24 de enero.
Miguel Ángel Hernández García, de la sociedad de cazadores de Almansa-Tiro Olímpico, ha logrado proclamarse campeón provincial de Albacete en el campeón provincial de Caza Menor con Perro que se ha celebrado este domingo en el municipio de Sotuélamos.
Hernández García dio la sorpresa al imponerse a Bautista Blázquez, de la sociedad de cazadores de Munera, que defendía el título logrado el año pasado, en una apretada final en el que los primeros puestos de la clasificación estuvieron especialmente disputados.
El nuevo campeón provincial, que el año pasado logró un meritorio quinto puesto, consiguió sumar este año un total de 6.550 puntos al abatir 9 perdices y 3 conejos, a los que sumó también 2 perdices capturadas por el perro.
El segundo lugar de la clasificación fue para Bautista que sumó un total de 6.000 puntos al lograr matar 9 perdices y 3 conejos.
El tercer puesto del campeonato fue Francisco Javier Huertas Moroto, de la sociedad de cazadores de Alcalá del Júcar que abatió 9 perdices con las que sumó un total de 5.750 puntos.
Daniel Torres Fernández, de la sociedad de cazadores de Caudete, campeón provincial en 2017, volvió a estar entre los mejores, pero sólo pudo ocupar la cuarta posición de la clasificación con 5.175 puntos.
El quinto puesto de la clasificación fue para David Gil Pérez, de la sociedad de cazadores Dehesa Boyal-El Bonillo, que logró sumar 5.050 puntos.
Miguel Ángel Hernández García, Bautista Blázquez y Francisco Javier Huertas Moroto, al ocupar las tres primeras plazas de este campeonato serán los representantes de la provincia de Albacete en el próximo campeonato autonómico de Castilla-La Mancha.
En la categoría de Damas el título provincial fue a parar a manos de Azahara Gallardo Haro, de la sociedad de cazadores de Villarrobledo, que logró 550 puntos al abatir una perdiz.
María Dolores Abellán, de la sociedad de cazadores U.C.A de Almansa, no puedo revalidar el título provincial que ya logró el año pasado pese a lograr los mismo puntos que Azahara Gallardo, al entrar en el control de la prueba unos minutos más tarde.
Los cazadores participantes en el campeonato, al finalizar la prueba, han puesto de manifiesto las buenas condiciones del coto Sotuélamos, así como la calidad de las perdices del acotado.
Manuel Ángel Silverio, de la Sociedad Local de Cazadores ‘San Bartolomé’ de Valencia de Alcántara, ha sido el ganador absoluto y de la segunda fase del Campeonato de Extremadura de Becadas 2018 celebrada este pasado sábado, 12 de enero, en la localidad cacereña de Cilleros.
La prueba ha contado con la participación de once cazadores y en ella se han abatido un total de 15 becadas, lo que supone un récord de capturas en el campeonato autonómico de esta modalidad.
La competición se desarrolló en un cazadero muy atractivo para los participantes debido el alto número de ejemplares a abatir. Finalmente, la victoria de esta segunda fase regional fue para Manuel Ángel Silverio, con tres ejemplares, que, contando la puntuación obtenida en la primera prueba celebrada en Valdecaballeros en diciembre, alcanzó una suma total de 2.000 puntos que le alzó a la primera posición autonómica.
El segundo lugar de la clasificación regional, con tres becadas cobradas en esta segunda prueba, fue para Rafael Clemente Gustos Calderón, de la Sociedad de Cazadores ‘La Chiripa’ de Higuera la Real. Por último, la tercera plaza del Campeonato de Extremadura correspondió a Ángel de los Reyes Correa Flores, que logró capturar una becada en la primera prueba y dos en la segunda, empatando así a puntos con el segundo clasificado y resolviendo finalmente por el número de disparos efectuados.
La Federación Extremeña de Caza quiere agradecer el apoyo de las casas colaboradoras y de sus patrocinadores, entre ellos, la Diputación de Provincial de Cáceres.
La localidad pacense de Navalvillar de Pela acoge el próximo 9 de febrero el Campeonato de Extremadura de Perdiz con Reclamo que este año alcanza su XXII edición.
En él podrá participar un cazador por cada sociedad federada, y dos en el caso de la sociedad organizadora y de aquella a la que pertenezca el campeón de la pasada edición.
El lugar de concentración y desayuno previo a la prueba será la Moheda Alta (Carretera EX 116 Obando-Guadalupe, km 4,8), donde los participantes deberán estar a las 07.30 horas.
El precio de la inscripción es de 50 euros. Los interesados deberán remitir su solicitud a la Federación Extremeña de Caza (FEDEXCAZA) antes del 4 de febrero. Para ello deberán presentar el formulario de inscripción y el resguardo de pago acompañados además del carnet y seguro del cazador, el permiso de armas, la licencia federativa así como el pago de los modelos 50 de la licencia clase A + Cp.
Ya están disponibles para su descarga en la web de la FEDEXCAZA (www.fedexcaza.com) tanto el boletín de inscripción como las normas e instrucciones del campeonato autonómico.
El Campeonato de España se celebrará asimismo en la localidad de Navalvillar de Pela el día 23 de febrero.
El II Curso ‘Monitor Deportivo-Adiestrador de Perros de Caza’ de la Escuela Española de Caza de la RFEC, en las especialidades de caza menor con perro, caza San Huberto y perros de caza’, comenzará el próximo 23 de marzo en el Centro Integral de Estudios y Prácticas Cinegéticas de Castillejo de Robledo, Soria.
De esta forma, durante cinco fines de semana y mediante la formación on line y presencial, se iniciarán en la enseñanza técnica y en la táctica del adiestramiento de perros de caza, dirección y programación de entrenamientos y seminarios básicos, y participación en organización y desarrollo técnico de las competiciones.
Las prácticas podrán ser desarrolladas en cualquier sociedad o coto autorizado por la RFEC bajo la supervisión de un tutor autorizado. Estos tutores serán los encargados de organizar, supervisar y certificar que las prácticas hayan sido realizadas por los alumnos.
Información Curso: segunda edición del curso ‘Monitor Deportivo-Adiestrador de Perros de Caza en las especialidades de caza menor con perro, caza San Huberto y perros de caza’. Plan de formación: Plan Formativo I de las especialidades de caza menor con perro, caza San Huberto y perros de caza (publicado en Resolución de 23 de abril de 2014 de la Presidencia del Consejo Superior de Deportes, BOE de 6 de mayo de 2014). Lugar: Centro Integral de Estudios y Prácticas Cinegéticas (Castillejo de Robledo, Soria). Fechas formación presencial bloque específico: 23 y 23 de marzo; 27 y 28 de abril; 18 y 19 de mayo; 8 y 9 de junio; y 6 y 7 de julio. Fechas bloque común: del 8 de octubre al 9 de diciembre (por confirmar) http://www.mecd.es/cesed/ Convocatoria ordinaria de examen bloque específico: 21 y 22 de septiembre. Convocatoria extraordinaria de examen bloque específico: 26 de octubre. Coordinadores Aula Canina de la EEC-profesores: Víctor Martínez y Jesús Barroso. Nº de plazas: mínimo de 15 y máximo de 20.
Horas lectivas: 60 horas bloque común (on line) + 80 horas bloque específico + 150 horas de prácticas. Precio inscripción: 1.380 €, correspondientes al bloque común (60 horas) y al bloque específico (80 horas). En caso de convalidar bloque común el coste sería de 1.230 €(la cuota de matrícula incluye la asistencia a todas las clases teórico-prácticas, acceso formación on-line, documentación escrita y digital, otros materiales, almuerzos de los sábados a mediodía y diploma acreditativo de asistencia).
Matriculación
Enviar boletín de inscripción junto con el resguardo de pago, fotocopia DNI y fotocopia licencia federativa, copia de la licencia de caza, copia de la licencia de armas tipo E y copia compulsada de la titulación académica a: Secretaría Escuela Española de Caza -RFEC. c/ Francos Rodríguez, 70 – 2ª. 28039 Madrid. Tel. 91 311 14 11. Email: escuela@fecaza.com Forma de pago:
Transferencia bancaria a cuenta de la RFEC nº: ES95 2100 3877 3402 0019 6136 (La Caixa). Posibilidad de pago en dos plazos sin intereses, uno al formalizar la matrícula de 700€ y otro antes del 15 de marzo de 2019, de 680€.
Descargar aquí el BOLETÍN DE INSCRIPCIÓN. El orden de inscripción y reserva será por riguroso orden de formalización de matrículas (envío de pago y documentación). Más información sobre la CONVOCATORIA OFICIAL DEL CURSO en el enlace.
«Que no nos engañen. A la caza se la quiere o no, pero que no me venga nadie con alabanzas al tiempo que pone zancadillas».
Últimamente a la caza le salen más novios que a la niña guapa del instituto. Si hace no tanto la actual presidente del partido en el gobierno (entonces ministra del ramo) se reía de los cazadores, motejándolos de ‘culata de marfil’ y anteayer la actual ministra de… algo así como ‘transición ecológica’, se convertía en martillo de herejes de caza y toros, hoy, cuando se ha demostrado por fin que la caza también vota, casi todos los partidos se suman al carro de las alabanzas a la actividad cinegética y se erigen en los mayores defensores de la venatoria, afirmando que los cochinos no votan a ningún partido concreto. ¡Claro que no! La caza no es de nadie, salvo de la caza. Otra cosa es que los que la practicamos seamos capaces, por fin, de distinguir entre los que nos quieren o nos odian.
Mal haremos los cazadores si nos dejamos cautivar por cantos de sirena, tan falsos como la mítica figura, medio carne, medio pescado. Desde siempre se ha dicho que «obras son amores y no buenas razones». Y a las obras me remito para enjuiciar las, ahora apresuradas, alabanzas a nuestra querida actividad.
Dejaré las discusiones mayores a los representantes cinegéticos; me refiero a las que se relacionan con nuestras reclamaciones sobre modificaciones normativas de primera categoría, que ya empiezan a ponerse sobre la mesa.«Dejad que ellos hagan las leyes; yo haré el reglamento», dijo hace mucho el conde de Romanones. Esto es lo que parece que han decidido los enemigos abiertos de la caza que, de forma más o menos encubierta, pululan por la Administración y la política. Los piojos y las pulgas no son fáciles de ver, pero pican. Y mientras lo hacen, mientras no se hagan visibles, los altos políticos que ahora se dan golpes en el pecho diciendo que defienden la caza, miran a otro lado. Ya se sabe eso de poner un cirio a Dios y otro al diablo…
Los enemigos de la caza no descansan y, aunque últimamente han ralentizado su reprise, son conscientes de que su objetivo es a medio/largo plazo. Llevan decenios en esto, por lo que no desesperarán por perder otros más. Lo suyo es sembrar, mientras que nosotros, sin darnos cuenta de ello, en vez de arrancar la mala hierba, nos limitamos a defender la parcela de cereal en que nos han rodeado, como último objetivo, como si fuese el castillo de Salvatierra, sobreviviendo heroicamente al asedio… hasta que fue tomado.
De igual forma que los nacionalismos pusieron su ficha de apuesta en el adoctrinamiento a las nuevas generaciones, como forma de impedir o limitar la incorporación de nuevas generaciones amantes de España, los anti caza llevan mucho tiempo poniendo palos en las ruedas de la incorporación de nuevos cazadores. Y quien no lo vea está ciego, o no quiere ver. Esta labor se puede hacer de forma callada y discreta, sin que implique grandes escándalos y reclamaciones, además de poder revestirse de falsas, pero vendibles, razones.
La imposición del examen del cazador se vendió por la necesidad de la seguridad en el uso de las armas, pese a que eso ya viene respaldado por los exámenes para obtener la licencia de armas. Poco a poco, de forma callada, sin algarabías, ya es una realidad. Faltaba una vuelta de tuerca; implantarlo de la forma mas obstruyente. Y así se ha hecho.
En Castilla-La Mancha se estableció este examen con unas muy complicadas pruebas sobre la normativa de caza, que aseguro que no podrían superar de improviso la mayoría de forestales y sepronas. Y el nivel de suspensos se hizo tan absolutamente insoportable, que por fin se elaboró una especie de manual que, de alguna forma, limitaba ese enorme contenido que conforman Ley y Reglamento de Caza. Menudo chasco se debieron llevar los anti caza (¡los que hay entre la Administración ambiental…!). Pero a los actuales piojos ya no los mata el vinagre (es una metáfora, claro) y son persistentes. La siguiente medida; limitar las convocatorias, de tres al año a sólo dos. Sus razones; que prácticamente no había solicitudes de exámenes.
Y tras este largo prólogo, entro en honduras. Hablemos de lo absurdo del actual sistema de exámenes de cazadores en Castilla-La Mancha, de cómo constituye una trampa, un sistema que persigue obstruir la llegada de nuevas generaciones.
Los números y estadísticas son tan reales como los parámetros con las que se los relaciona. Ya saben que si yo me como un pollo y mi vecino ninguno, la estadística dice que cada uno nos hemos comido medio pollo. Así, el argumento de la falta de solicitudes para ese examen, debe ponerse en relación con el número de personas que se examinan todos los meses en cada capital de provincia para obtener la licencia de armas. Se lo digo; 40 por examen y provincia. En Castilla-La Mancha casi siempre hay overbooking, de tal forma que muchas veces los aspirantes tiene que esperar dos y tres meses para poder realizar el examen. El porcentaje de aprobados ronda el 60%, como muy poco. La inmensa mayoría de estos examinandos quieren la licencia para obtener las licencias E o D (escopeta y rifle, respectivamente), lo que nos da cerca de 1.000 personas que pretenden incorporarse a la actividad cinegética. Sin duda lo hacen, porque en caso contrario perderían también la licencia de armas ¿Cómo lo hacen? Acudiendo al sistema de examen de otras regiones (mucho menos absurdos que los de la antigua Castilla La Nueva) y luego validar esas licencias con la de Castilla-La Mancha.
No es admisible un sistema de examen en el que haya dos convocatorias al año, en las que para apuntarse al examen haya a su vez que estar pendiente de leer el diario oficial y saber cuando se ha publicado la convocatoria, porque soy testigo de que en muchos casos, incluso cuando se llega a conocer que existe, ya ha pasado el plazo. No es admisible que un nuevo cazador pueda perder toda la temporada esperando el examen de marras. No es admisible que se alegue un número mínimo de examinandos, cuando de ello no depende la posibilidad de celebrarlo. Tampoco es admisible que el ‘temario’ de Castilla-La Mancha sea mucho más exigente que el de otras regiones (Aragón, por ejemplo). Como tampoco que se establezcan tasas insólitas, cuando se trata de cumplimentar un test, vigilado y corregido por los propios funcionarios en horario de trabajo (para que se hagan una idea, no son mucho más baratas que las del examen de armas, que cuentan con una parte práctica, con reserva de campo de tiro y asistencia de ambulancia y personal sanitario).
Que no nos engañen. A la caza se la quiere o no, pero que no me venga nadie con alabanzas al tiempo que pone zancadillas. Y empeñarse en entorpecer la existencia de nuevos cazadores es lo mismo que lanzar un torpedo por debajo de la línea de flotación y a la altura de la santa bárbara. Nadie puede decir (y nadie dice) que los cazadores de Aragón estén peor preparados que los de otras regiones y, sin embargo, el examen de Aragón se puede hacer on line, a cualquier hora del día, con una simple reserva por internet, facilitando la Administración un sistema de autenticación del examinando. Sus estudiantes no tienen el grave problema de trasladarse (otra vez más) a la capital, sin poder elegir con una mínima previsibilidad la fecha de examen (curiosamente, siempre coinciden con los exámenes lectivos ¡otra causalidad, mire usted que pena!). Y, si es posible en Aragón, ¿por qué no en Castilla-La Mancha? ¿Habrá que reconocer que la Administración de Aragón sí defiende y apoya a la caza y que la de Castilla no?
Para mí esto es una cuestión fundamental, porque para que haya caza tiene que haber especies cinegéticas y cazadores. Los anti caza se relamen cada vez que nos recuerdan que tenemos 200.000 licencias menos que hace 20 años. Y reconozco que tienen razón para ello. Nuestros hermanos taurinos no han admitido que se establecieran limitaciones a menores a la asistencia a corridas de toros, sabedores que eso era cortar la afición desde la raíz. Aprendamos de ellos, o ayudaremos a cavar la tumba de nuestra afición.
Una veintena de ecologistas fueron denunciados este sábado por los efectivos de la Guardia Civil de las compañías de Lalín y Pontevedra que -apoyadas por la Usecic velaron ayer por la seguridad en la auténtica “guerra de guerrillas” que se libró el sábado en el marco del Campeonato Provincial de Caza do Raposo, según publica Farodevigo.es.
Organizado por la Federación Galega de Caza de Pontevedra en colaboración con los tecores de Cerdedo, Cotobade y Coirego, reunió en los montes de estos tecores a 300 cazadores y a 75 ecologistas llegados de los puntos más dispares de Galicia (como O Barbanza, O Salnés, A Coruña, Vigo y Tabeirós-Montes).
El presidente de la Federación Galega de Caza en Pontevedra, Francisco Couselo, denunció en representación de los cazadores el ataque con pimiento picante que los propios animalistas habrían perpetrado a primera hora de la mañana contra los perros de cinco remolques para inutilizar su olfato de cara a la cacería; daños a vehículos de los cazadores (alguna rueda rajada por objetos cortantes y, en el caso de un coche en Bugarín, haberle rayado los dos costados, además de cubrirlo de excrementos de caballo y de leña); interrupciones constantes de la cacería (no solo haciendo ruido sino incurriendo en “ilegalidades” al adentrarse muchos activistas de manera temeraria en la zona de caza, exigiéndose la movilización de la Benemérita); además de constantes intentos de boicot (que habrían comenzado ya a primera hora de la mañana intentando sellar con silicona las cerraduras del pabellón de Cerdedo habilitado como punto de encuentro). A mayores, los cazadores denunciaban haber sido objeto de constantes insultos, peinetas, malos modos y muchos decibelios de ruido por parte de los ecologistas en una continua provocación que buscaba hacerles perder los nervios.
Realmente fue un auténtico “juego de zorros”, que comenzaba ya de madrugada. Los ecologistas -mujeres en su mayoría- aseguraban haber estado por los montes ya de madrugada tratando de espantar a los zorros con petardos.
Tan pronto como las cuadrillas salieron de Cerdedo en dirección a los campos que le habían correspondido por sorteo, les siguieron para impedir que llevasen a cabo la cacería con ruidos que, según Couselo, tuvieron el efecto contrario: en muchos casos dejaron a los zorros sin vía de escape y los mandaron hacia las escopetas.
No todas las cuadrillas habían acudido con sus perros al punto de encuentro. Muchos de los 26 equipos participantes tiraron de estrategia de antemano para intentar despistar a los ecologistas. Por eso, en algunos casos solo fueron al pabellón un representante de la cuadrilla y el juez que debía empotrarse en otra rival.
Así lo hizo la cuadrilla que finalmente resultó vencedora, la de Escuadro, que concurrió bajo el nombre de Silleda I. Para cuando los ecologistas les localizaron en montes de Cotobade, ya habían abatido a dos de los 13 zorros que cayeron ayer en el campeonato. Y después tuvieron que ingeniárselas para despistarles y seguir cazando. Al final lograron tres piezas: dos machos y una hembra.
@ Bernabé / Juan Carlos Asorey
Subcampeona fue la cuadrilla Peña do Kin de Barro, tras abatir a dos hembras y un macho; y en tercera y cuarta posición se situaron Coto do Suído-Os Birras y Rías Baixas-Os Ferreiros respectivamente.
Fueron las más afortunadas de las 26 cuadrillas participantes. Otras 5 tuvieron que abandonar por el acoso animalista, más intenso en las zonas a las que era posible acceder en turismo como en Deán, donde una cuadrilla decidió guardar las escopetas y, ante la imposibilidad de cazar, ir a tomarse unos bocadillos para retomar la cacería más tarde en otra zona más alta. Y es que en los puntos más inaccesibles a los que solo era posible subir en todoterreno, los cazadores estuvieron más tranquilos.
En los demás casos, los animalistas acompañaron a las cuadrillas durante la cacería, según ellos pitando y generando mucho ruido y, según los cazadores, también cometiendo “ilegalidades” como adentrarse en la zona de caza, llegando a provocar en algún caso que no se le pudiese disparar a alguna pieza, ante el riesgo de que pudiese resultar herido algún ecologista.
Así las cosas, a lo largo de la mañana hubo momentos de tensión y al mediodía -cuando se suponía que se debía realizar el recuento de piezas en el pabellón aunque finalmente se hizo en otro punto- la Benemérita tuvo que establecer un cordón policial para impedir el paso de los ecologistas a la zona donde compartieron un almuerzo los cazadores. En el tecor de Cerdedo habían cazado cuadrillas como A Rocha (A Estrada), Forcarei, Lalín, Salceda de Caselas, Tomiño, O Salnés, Rías Baixas o Coto Suído, en montes de Quireza, Deán, Bugarín, Vilar, A Cavadosa y Barro.En los de Tenorio, Viascón, Borela y A Xesteira de Cotobade estuvieron A Lanzada, Tomiñense II, Ponte Bora, San Xoán de Poio, Salnés II, A Peneda de Soutomaior, Rías Baixas I y O Campo de Campo Lameiro. Y en los de Cuspedriños, Carballedo, Corredoira, Cádavo, Sacos, Cutián, Trabazo y Loureiro de Coirego cazaron cuadrillas de Forcarei, Silleda, Lanzada II, Caselas III, San Xoán de Poio, Ponteareas y Moraña.
Al término del campeonato, los animalistas anunciaron que uno de los activistas denunciará al cazador que presuntamente le habría propinado un puñetazo en la cara y le habría encañonado a él y a su compañera, irritado porque le seguían con un equipo de música. Esa presunta agresión habría tenido lugar en Borela, donde se personó la Benemérita antes de que el animalista afectado se desplazase hasta Povisa para recibir atención sanitaria con la intención, según la Asociación Animalista Libera! de presentar denuncia en los próximos días, adjuntando parte de lesiones y material gráfico que acreditaría el percance.
Tras prohibirse en Inglaterra y Gales la caza de zorros a caballo en 2005, Irlanda se afianza como el paraíso de los ‘casacas rojas’.
“¿Alguna vez ha soñado con participar en la caza de zorro? Nosotros podemos hacer que experimente esa emoción en Irlanda. Venga a ver cómo los perros ágilmente persiguen a los zorros mientras cabalga sobre un valiente caballo de caza irlandés”. El anuncio, colgado en la web de una empresa dedicada a organizar actividades hípicas en la isla, es solo uno de los muchos que proliferan en la tierra de Oscar Wilde desde que en 2005 el Gobierno británico prohibió la caza de zorros a caballo en Inglaterra y Gales. Desde entonces, Irlanda se ha convertido en una suerte de paraíso terrenal para la legión de amantes de un deporte tan antiguo como polémico.
A pesar de que organizaciones como Hunt Saboteurs y West Midlands, dos de las más activas en contra de la caza del zorro, echan el resto tratando de evitar que sus compatriotas aprovechen los resquicios que dejó la ley aprobada bajo el mandato de Tony Blair para sortear la norma, estas cacerías siguen produciéndose.
Los defensores de los animales llevan 14 años sosteniendo que la prohibición se ignora sistemáticamente y aportando datos concluyentes. Este año, la temporada de caza en Reino Unido comenzó en el mes de noviembre. Desde entonces hasta finales de diciembre varias asociaciones han denunciado decenas de persecuciones y muertes de zorros. Sólo durante el Boxing Day, una de las fiestas británicas más antiguas, se celebraron 53 cacerías por todo el país.
Lo cierto es que, más de una década después de la polémica ley, el debate sigue sobre la mesa. Hace solo unas semanas, cuando las organizaciones animalistas alertaron sobre la proliferación de este tipo de cacerías, la parlamentaria laborista Susan Mary denunció el desarrollo de nuevas prácticas para aprovechar las lagunas que deja la legislación, y anunció que su partido, si llega la poder, luchará sin descanso para erradicarlas.
Las pretensiones de los laboristas no han hecho ni pizca de gracia a la potente asociación de cazadores Grove and Rufford Hunt, cuyo presidente, Nick Alexander, ha levantado la voz asegurando que “la caza es una parte muy importante de Inglaterra; de la antigua Inglaterra y de la Inglaterra moderna. Y estamos aquí para quedarnos”, reta a los animalistas.
Cuando en 2005 se promulgó la ley que prohibía la caza del zorro a caballo, Grove and Rufford Hunt mantuvo que 250.000 empleos corrían peligro. Aunque la cifra puede haberse exagerado (“hasta el extremo”, según los detractores de esta práctica cinegética), lo cierto es que muchos de los puestos de trabajo que se perdieron en Inglaterra, Gales y Escocia, en donde se prohibió incluso antes, se ganaron en el país del trébol y la cerveza Guinness. Allí cualquiera que se dé una vuelta por el campo puede toparse con un grupo de jinetes de casacas rojas -o negras-y botas lustradas, muchos procedentes de la isla vecina.
Incluso Tony Blair ha confesado que se equivocó al promulgarla. En sus memorias, el exprimer ministro calificó la ley de “error fatal”. “Me dejé manipular por un prejuicio urbano contra los hombres del campo. Luego me di cuenta de que esto no era una pandilla de tíos raros que disfrutan de la crueldad, sino una tradición con profundos vínculos comunales y sociales, que eran parte integral de un modo de vida”. Pero, para entonces, ya era demasiado tarde.